La lotería del draft cayó como un jarro de agua fría en el seno de los Utah Jazz. Pese a ser uno de los tres equipos con mayor probabilidad de recibir el pick 1, la franquicia de Salt Lake City ha tenido que conformarse con una más que amarga quinta selección del draft de 2025. Que no está mal, pero la sensación general es de gran decepción tras una dura temporada de tanking que tan solo Cooper Flagg parecía poder arreglar.
El pick 5 permitirá reclutar a un buen prospect de una camada que se presenta como muy prometedora, aunque todo apunta a que tendrán que aceptar las sobras restantes que dejen Dallas Mavericks, San Antonio Spurs, Philadelphia 76ers y Charlotte Hornets. O quizá no, porque la gerencia de los Jazz está obligada a mover ficha, de una manera u otra, para recuperarse de este desafortunado golpe.
Así, todo apunta a que Lauri Markkanen estará un verano más en el epicentro de los rumores comerciales. El periodista local Ben Anderson, del medio KSL Sports, señala que el internacional finés se situará como el principal activo comercial del equipo este verano. No es un reporte nuevo, pues ya en marzo se compartió la posibilidad de que Markkanen sea traspasado durante la temporada baja.
La diferencia radica ahora en lo que ha devuelto la lotería del draft. No es lo mismo pensar en el futuro a corto plazo del equipo con Cooper Flagg en nómina que hacerlo con un pick 5. Sin perder de vista el draft de 2026, que vendrá también muy cargado de talento y en el que los Jazz reclutarán más talento joven si registran uno de los ocho peores récords de la NBA. De lo contrario, su selección se marchará rumbo a Oklahoma City.
Los Jazz podrían emplear este pick 5, otras selecciones futuras y jugadores como John Collins, Jordan Clarkson, Collin Sexton o Walker Kessler con el objetivo de añadir otra estrella al lado de Markkanen, en un verano en el que se espera que grandes nombres como Giannis Antetokounmpo, Kevin Durant, Trae Young, Domantas Sabonis, Zion Williamson y LaMelo Ball estén en el mercado. Sin embargo, los Jazz siguen sin ser un destino apetecible e intentos previos por jugadores de un tier inferior como Mikal Bridges, Jrue Holiday o Kristaps Porzingis no se materializaron.
Por ello, a los Jazz no les queda otra que tratar de construir desde el draft o mediante algún traspaso que les permita recibir jóvenes o jugadores que, por una razón u otra, no están logrando brillar en su actual equipo. Que se lo digan a los Hawks con Dyson Daniels.
Llegados a este punto, los Jazz meditan la opción de emplear a Markkanen para subir posiciones en el draft —¿les interesará a los Spurs a cambio de su pick 2 si no logran a Antetokounmpo?— o para recibir un paquete comercial de jugadores jóvenes que desarrollar durante el curso 2025-26 sin perder la opción de recibir otro pick alto en 2026.
Lo cierto es que el cronograma de Markkanen, quien cumplirá 28 años la próxima semana, y el de los Jazz se aleja más y más cada año que pasa. Tras elegir a tres jugadores en el draft de 2024, los de Salt Lake City afrontan ahora otro en el draft en el que cuentan con dos selecciones de primera ronda —picks 5 y 21— y otras dos de segunda ronda, lo que supone incorporar más talento menor de 21 años.
El ala-pívot finés ha compartido en varias ocasiones su deseo de continuar en los Jazz, pero la gerencia se mostró ambigua sobre su futuro en la rueda de prensa de final de temporada. Y sería un completo despropósito completar otra campaña más sin brotes verdes y recibiendo más multas por parte de la NBA por dar descanso a los veteranos de forma tan descarada como fórmula de tankeo.
(Fotografía de portada de Chris Nicoll-Imagn Images)