Quién nos iba a decir que Luke Kornet se vestiría de salvador de unos Boston Celtics entre la espada y la pared, que, además, han perdido a Jayson Tatum por una lesión en el Aquiles. El pívot resultó fundamental para que los verdes salvaran su primer match-ball ante los New York Knicks con la que posiblemente sea la mejor —o al menos la más determinante— actuación de su carrera.
Ante otro paupérrimo desempeño de Kristaps Porzingis, el técnico de los Celtics, Joe Mazzulla, dejó al letón en el banquillo durante toda la segunda mitad y optó por Kornet, quien disfrutó de 19 minutos tras el descanso que elevaron el nivel de juego de su equipo: en este lapso de tiempo, Boston superó por 17 tantos a los Knicks.
Kornet coqueteó con el triple-doble tras registrar 10 puntos, nueve rebotes y siete tapones, en una actuación que despertó los elogios de compañeros y cuerpo técnico. «Estuvo genial. Hizo un gran trabajo protegiendo el aro, defendiendo sin cometer faltas, en ambos lados de la cancha. Su presencia fue clave, especialmente en los rebotes e hizo jugadas importantes para nosotros», declaró Mazzulla tras el duelo.
(Fotografía de portada de Bob DeChiara-Imagn Images)