Estos New York Knicks son insaciables. 25 años de hambruna han hecho que el actual momento de brillo no nuble la vista ni al más entusiasta, sino que tal alegría se convierta en ganas de lucha, de victorias, de baloncesto en el Madison…
Justo en esos términos se mueve Mikal Bridges. Personificando al vestuario de los neoyorquinos tras dejar por el camino a Boston Celtics tras un espectacular Game 6 (119-81), el alero deja claro que en momento alguno se sienten satisfechos con el techo alcanzado, sino que el sentimiento generalizado en el equipo es ir a por más.
«Creo que aún queda mucho por hacer. No hemos terminado. Jugamos con intensidad y gestionamos el negocio, pero la temporada aún no ha terminado», afirma.
La realidad es que los Knicks están a un paso de alcanzar unas Finales a las que no llegan desde 1999, cuando perdieron por 4-1 ante San Antonio Spurs. Curiosamente, aquel año batieron en las finales de la Conferencia Este a Indiana Pacers, justo el equipo que les eliminaría un curso después en la misma instancia.
Ahora el sentimiento de los chicos de Tom Thibodeau es de estar ante la gran oportunidad de sus carreras. Por ello, la relajación no tiene cabida. Simplemente van a por más.
(Fotografía de Rick Osentoski-Imagn Images)