La herida sigue abierta… y puede que no se cierre nunca. Nadie creía posible que los Dallas Mavericks traspasasen a Luka Doncic, pero lo hicieron para provocar un terremoto que aún hace temblar los cimientos de la NBA. No es para menos. Considerado uno de los mejores jugadores del mundo, se daba por hecho que el genio esloveno pasaría toda su carrera en la franquicia de Texas, una sensación que comparte un Naji Marshall que no duda en hablar claro de la partida del que era su compañero y las consecuencias para el equipo.
«Entendí que, en la NBA, los negocios son los negocios, pero me sentí herido. Luka es mi amigo, de verdad. Y adoro a Anthony Davis, que es mi chico y se ha portado genial con nosotros al recibirnos con los brazos abiertos… Pero, personalmente, me dolió mucho perder a Luka», comenta Marshall durante una reciente aparición en el podcast The Old Man and the Three.
La confesión de Marshall es esclarecedora de hasta qué punto era querido Doncic. El alero llegó al equipo en verano de 2024 y solo compartió pista con el de Eslovenia en 17 partidos, pero ello no evitó que captase al momento la manera que tenía Luka de hacer que todos se sintiesen cómodos.
«Luka es un tío súper tranquilo. Hace que te sientas como su mejor amigo desde el primer día. Es un tío genial. Nunca se enfada, siempre está contento. Y se dirige como una bomba al Salón de la Fama en lo que a baloncesto se refiere», expresa.
Las lágrimas de Luka Doncic
Ha sido una de las imágenes más impactantes de la temporada. Luka Doncic regresaba a Dallas como jugador de Los Angeles Lakers y no podía contener las lágrimas antes de echarse a jugar… Tal instantánea dio la vuelta al mundo y definió a la perfección lo que era el All-Star para la ciudad y los aficionados.
«Era el primer partido en casa… Luka quería estar en Dallas. Probablemente nunca pensó que se iría. Verle llorar antes del partido… No sé qué sentía, pero podía imaginarme cómo vivió ese momento», sentencia.
(Fotografía de Kevin Jairaj-Imagn Images)
