Shai y los Thunder se consagran en Minnesota

Los Timberwolves sufrieron en sus carnes a los mejores Thunder y, con 3-1 en el global, necesitan un milagro para estar en las Finales

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Por Aitor Darias

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Era un día para demostrar carácter. Para corregir todo lo que se hizo mal en el Game 3 y recordar quién ha sido el mejor equipo de la temporada hasta el momento. Y eso es lo que ha hecho OKC en un cuarto partido que vale medio pase a las Finales de la NBA.

Los Thunder se han llevado por 126-128 un encuentro de agonía constante y en el que han tenido que acabar mil veces con los Timberwolves antes de que a estos no les quedase otra que aceptar la derrota. Pero son precisamente esos los que forjan a los equipos campeones. Y a los de Daigneault, pese a que durante un tramo pareció que ese calificativo le quedaba grande, cada vez les empieza a venir más al dedo.

Puros playoffs

Porque este fue uno de esos choques que solo se ven en mayo y junio. Sobrevolaba un aire de fatalismo sobre el Target Center, que sabía que aunque una sola canasta pudiese cambiar el global del 3-1 al 2-2 la distancia entre ambos resultados es un abismo. Y consecuencia de ello, se dio todo el drama que estos partidos requieren: ajustes, canastas imposibles jugadores de rol dando un paso adelante, lucha sin cuartel en cada balón dividido…

Y sobre todo, al mejor jugador de la temporada ofreciendo su mejor versión a la hora de la verdad.

Caballero, escudero y paje

No han sido unos playoffs fáciles para Jalen Williams y Chet Holmgren. Tener que ejercer como segunda espada de un Shai Gilgeous-Alexander que condiciona tanto a las defensas rivales ha puesto en ellos una enorme responsabilidad que no siempre han sabido aprovechar, y OKC lo ha pagado. Y sin embargo hoy, en el partido más importante de sus carreras, estuvieron ahí. Ambos. Siempre que hizo falta.

J-Dub lo dejó claro desde el principio, con un excelente inicio que evidenció que no iba a ser uno de esos días en los que le sale todo a trompicones. Chet tardó algo más, pero fue creciendo en el choque con su decisión a la hora de asumir lanzamientos, atacar el aro, cargar el rebote y cerrar la pintura. Sin duda, su noche más completa como dúo en lo que llevamos de postemporada, actuación que apoyó y se retroalimentó a la de un MVP que mereció cada una de las letras de su premio.

Shai ofreció, hablando claro, un recital. Sus 40 puntos y 10 asistencias lo evidencian, pero fue de esas noches en las que no es solo el qué sino el cómo. Porque ante una defensa asfixiante que venía de ponerle en problemas en el Game 3 no perdió la calma, no se precipitó, supo pensar con el temple de quien se ha visto en estas mil veces. Incluso aunque fuera la primera. Mientras los Thunder se formaban a su alrededor, él esperaba a que el cascarón eclosionara para llegar a este momento. Y no falló.

Su sangre fría a la hora sacudirse la presión de la defensa fue extraordinaria. Sin necesidad de volverse loco atacando, simplemente usando el cuerpo para esconder el balón y llegar a sus zonas de confort prácticamente caminando. Si nadie ayudaba, un tiro de media distancia como los que ha metido a cientos. Y si llegaba, un pase casi siempre bien elegido a un compañero abierto. Normalmente a unos Williams y Holmgren que no lo dejaron caer.

Entre los tres sumaron 95 de los puntos de OKC, que hoy depositó más que nunca sus esperanzas en su santa trinidad. Lo que normalmente es un vendaval en el que cualquiera se te planta en 15 tantos, hoy fue un Big 3 emergente pidiendo consolidarse a gritos y un grupo de perros de presa capaces de parar a un Panzer. Solo que el Panzer iba hoy muy bien acompañado.

La (obligada) insurrección de los secundarios

Anthony Edwards se ha ido encontrando en estos playoffs defensas cada vez más agresivas, y tras demostrar su capacidad para leer los dos contra uno esta vez le tocó ser defendido prácticamente en cara a cara por un grupo de guerreros dispuesto a desgastarlo. Si no era Dort era Caruso, si no era Caruso era Wallace, y más de una vez fueron dos de ellos. Y se le ocurría pisar pintura, el quinteto entero de OKC. ‘Cualquiera menos Edwards’ era la premisa. Y así fue.

Con Ant con problemas para entrar en juego en la primera mitad, fueron los triples de Nickeil Alexander-Walker, Donte DiVincenzo y Jaden McDaniels los que mantuvieron a flote a los Timberwolves. Lo cual no cambió cuando, tras el descanso, el escolta dio un paso adelante, porque su mayor nivel de agresividad le sirvió para sumar pero, sobre todo, para encontrar mejores tiros para el resto.

Cada internada en la pintura generaba un triple liberado en la esquina, y, con un 17/34 en tiro exterior, sus compañeros no desaprovecharon demasiados. El guion requería un paso adelante, e incluso con un Randle que volvió a mostrar su peor cara y fue relegado al banquillo durante gran parte de la segunda mitad, Minnesota encontró hombres capacitados para asumir esos galones.

Y sin embargo, ni así fue suficiente. A cada acción llegaba una reacción, y siempre que parecía que los de Finch tenían en sus manos la opción de tomar las riendas del choque OKC lograba una pequeña racha para escaparse. Fue un intercambio de golpes continuo, pero uno en el que los visitantes siempre iban ganando a los puntos, pues, con la excepción de un triple de DiVincenzo que puso el 79-79 durante 29 segundos, los Thunder estuvieron siempre por delante en el marcador.

En ese contexto, las diferencias eran mínimas pero suficientes. Tras un fallo de Shai en el tiro libre Minnesota llegó a atacar con opción de empatar el duelo con un triple, pero los de Daigneault estuvieron rápidos haciendo faltas y no tuvieron siquiera la opción de lanzarlo. Y sin un último intento, no hubo opción para un milagro como tantos ha habido en estos playoffs. Si quieren obrarlo, tendrán que hacerlo remontando un 3-1 que se antoja como un muro imposible de superar.

Pero si algo nos ha enseñado esta postemporada, es que las cosas no acaban hasta que acaban. Así que veremos si esta serie termina el miércoles o, por el contrario…

Jugadores destacados

Estos fueron los hombres que guiaron a OKC a la victoria.

Shai Gilgeous-Alexander

Nunca había llegado a los 40 puntos en playoffs. Tampoco a las 10 asistencias. Y lo hizo el día en que hizo falta cada punto anotado o producido por él. El MVP se gana en la liga regular, pero se defiende en los playoffs, y hoy Shai borró cualquier argumento para discutírselo.

Jalen Williams

Récord en playoffs también para él con sus 34 tantos, a cada cual más necesario. Empezó castigando la sobreatención a Shai con dos triples que hicieron a OKC arrancar motores, y remató la faena con un sensacional último cuarto en el que hizo daño casi cada vez que tocó el balón. Inmejorable segunda opción.

Chet Holmgren

El pívot no firmó ningún récord, pero transmitió una confianza de la que no había terminado de presumir en escenarios apretados. No le tembló el pulso a la hora de lanzar desde fuera o de ir hacia el aro por mucho que Gobert anduviese cerca, y emergió en el clutch con un rebote ofensivo y un tapón a McDaniels que le hicieron clave a la hora de cerrar el encuentro.

Estadísticas del partido

Estas son las estadísticas de los dos equipos.

Minnesota Timberwolves

JugadorMINPTSTCASTREBTAPROB+/-
Jaden McDaniels31:11229/152414-5
Julius Randle28:1051/73701-2
Rudy Gobert32:16135/83910+4
Anthony Edwards40:56165/136400-3
Mike Conley19:0762/83210+2
Donte DiVincenzo28:20217/115301-7
Naz Reid23:03113/42600-5
Nickeil Alexander-Walker29:19239/156402+6
Terrence Shannon Jr.7:3992/302000

Oklahoma City Thunder

JugadorMINPTSTCASTREBTAPROB+/-
Jalen Williams39:013413/245303-2
Chet Holmgren33:02219/141731+2
Isaiah Hartenstein15:3421/12601+1
Luguentz Dort30:1341/30412+4
Shai Gilgeous-Alexander40:024013/3010901+5
Alex Caruso33:27104/71202+8
Kenrich Williams12:2152/30202+1
Cason Wallace27:5373/933120
Isaiah Joe8:2452/40000-9

(Fotografía de portada: Bruce Kluckhohn-Imagn Images)

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