Ser deportista de alto nivel es una profesión de una exigencia tremenda, y no solo en lo referente a lo físico. Con las emociones a flor de piel en situaciones límite, es natural que el tono de determinadas conversaciones no sea el más tranquilo y que las relaciones pasen por momentos de tensión, algo que Klay Thompson ha reconocido que ocurrió en los Golden State Warriors durante sus años peleando por campeonatos.
«Hubo muchas disputas entre nosotros» admitió en su aparición en el podcast Showtime With Coop. «Hubo muchas malas palabras y muchos sentimientos heridos. Pero al final, todos sabíamos que todos queríamos ganar. Y cuando te llevas un título, es más fácil dejar atrás todas esas cosas por las que se han pasado».
«A ratos había roces entre Draymond y yo, o entre Steph y yo, o entre el entrenador y yo. Es una parte del deporte, y tienes que crecer con ella. Tienes que ser lo suficientemente maduro como para dejar todo eso en la pista y ser profesional al respecto».
Algunas de estas discusiones ocurrieron en plena pista, como el famoso encontronazo entre Kevin Durant y Draymond Green en el banquillo, pero muchas otras lo hicieron sin cámaras delante. Y cabe esperar que ese sea el caso con muchos otros equipos, y que al final la longevidad de un proyecto no dependa tanto de que los jugadores no tengan este tipo de roces sino de su capacidad para gestionarlos de manera profesional.
(Fotografía de portada: Kelley L Cox-Imagn Images)