La balanza del favoritismo llegaba a este encuentro sin una inclinación clara, y si bien tal vez podía decantarse ligeramente hacia Grecia, la salida en tromba de Lituania dejaba claro que iba a haber partido y que la igualdad sería la tónica.
No obstante, no hizo falta que terminase el primer cuarto para que la selección entrenada por Spanoulis tomase el control del marcador. Y una vez lo cogió jamás volvió a soltarlo, con los lituanos haciendo la goma una y otra vez pero sin llegar a ponerse nuevamente en cabeza en ninguno de los tres cuartos restantes.
Emoción sí, toda la del mundo; pero sin remontada.
Y aunque en baloncesto –deporte colectivo– jamás se puede hablar de un sólo jugador por bando, ha habido dos protagonistas claros que han brillado y mandado sobre el resto. Cero sorpresas en cuanto a sus nombres: Giannis Antetokounmpo por los del Egeo, Jonas Valanciunas por el Báltico.
El de los Bucks juega de una manera que jamás podría enseñar en un campamento de básquet, porque lo que hace Giannis simplemente no se puede imitar. Un nuevo capítulo de colonización de la pintura sin necesidad de anotar un solo triple: 29 puntos, 6 rebotes, 4 robos y dieciséis rituales desde la línea (debieron ser más, debieron ser menos… según a quién preguntes) de los que once acabaron dentro.
Valanciunas, por su parte, fue el culpable de que la incertidumbre del ganador se alargase hasta casi el final; en especial en el segundo cuarto, cuando Grecia amenazaba con romper una cuerda que el buen hacer del pívot hacía más y más flexible, aumentando su elasticidad y permitiendo a los suyos volver al duelo una y otra vez. Normal que Denver no quisiera dejarle marchar a Europa y conservarlo como el segundo de Jokic: 24 puntos y 15 rebotes para la máxima valoración de la noche (31).
Giannis: un jefe acompañado
Dicho esto, y fijados los héroes de cada selección, hay espacio para los secundarios. Y ahí, además de Toliopoulos (17 puntos y certero desde el triple) Papanikolaou (sumando siempre) o Sloukas, hay que hablar de un segundo Antetokounmpo y esta vez no limitándolo al «hermano de…»
Kostas lució con nombre propio.
Jugador | MIN | PTS | TC | TL | REB | AST | ROB | TAP | +/- | EFI |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Giannis Antetokounmpo | 32:15 | 29 | 9/15 | 11/16 | 6 | 2 | 4 | 1 | 6 | 26 |
Kostas Antetokounmpo | 15:55 | 4 | 2/2 | – | 3 | 2 | 1 | 4 | 19 | 13 |
Kostas Antetokounmpo (campeón simbólico en los Lakers de 2020 y actualmente en el Olympiacos) hizo de la escasez virtud, y en apenas un cuarto de hora de juego dejó su huella en los cuartos de final con acciones defensivas de altísimo nivel y carne de highlight de primera.
KOSTAS SENDS IT TO ROW 13#EuroBasket | #MakeYourMark pic.twitter.com/96d9iy5BFz
— FIBA EuroBasket (@EuroBasket) September 9, 2025
Grecia lo acaba al contraataque
En la segunda mitad, no obstante, y aunque jamás le perdieron la cara al encuentro, el combinado heleno pareció jugar más al papel de corredor experimentado, que espera a ver lo que hacen los rivales para reaccionar él con mayor o menor intensidad, sin malgastar un gramo de energía, y sólo apretar de ser necesario. Lituania, a pesar de estar por detrás, era la liebre. Grecia, su Yiannis Kouros.
Como decíamos, el nuevo jugador de los Nuggets se las apañó para devolver las acometidas de una Grecia mucho más empacada y peligrosa en lo grupal, a pesar de estar guiada por esa pandemia sin vacuna llamada Giannis (quien extiende a once su racha de partidos consecutivos en el Eurobasket anotando más de 25 puntos).
Pero les bastó a los griegos, para rematar, un banquillo solvente y transiciones tan letales como frecuentes: 20 puntos anotaron tras recuperación, frente a los sólo 4 de los lituanos.
— nbamaniacs (@nbamaniacs) September 9, 2025
El 5% extra de acierto exterior de los de Rimas Kurtinaitis no bastó para compensar el arrollador control interior, muy en parte gracias a esos contraataques que terminaban dentro uno tras otro.
Y de las pocas veces que pudieron evitarlo, intercedió la vara arbitral.
Triunfo heleno por 76 a 87. Ahora espera la Turquía de Sengun en la antesala de la Final para el que promete ser un duelo titánico.
(Fotografía de portada de FIBA Eurobasket)