Es el turno de publicar la previa NBA 2025-26 de los San Antonio Spurs. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
San Antonio Spurs 2025-26
Así encaran la temporada
Los San Antonio Spurs han hecho una buena offseason en términos generales. Seleccionar a Dylan Harper con el número dos del Draft y a Carter Bryant con el 14 parecen dos elecciones bien tiradas. Hacerse con Luke Kornet por poco más de 13 millones de dólares al año les redondea una desnutrida rotación interior. Lo mismo rascando a Kelly Olynyk y renovando a Bismack Biyombo por el qué dirán. El elefante en la habitación estival de los Spurs era De’Aaron Fox y su extensión, al que le han otorgado el máximo (222 millones de dólares por 4 años) sin negociar demasiado.
Dicho movimiento es hasta cierto punto lógico, pues Fox fue la gran apuesta de la franquicia en el pasado mercado de traspasos para ser la pareja de Victor Wembanyama. Ahora bien, hay un par de matices con la firma. Primero, el precio. Fox cobrará alrededor de 61 millones en 2029, suponiendo un 32% de la masa salarial del equipo. Tendrá entonces 32 años, una edad en la que todavía debería estar en pico de forma, aunque no es tan usual en jugadores de su talla y características. La explicación lógica a un contrato que puede ser difícil de mover a dos años vista, es que al ex de Sacramento Kings se le paga por lo que supone su binomio con Wembanyama, no por su mero potencial individual.
Se ha debatido mucho sobre la idea de unir a tres bases como Fox (entrando en su prime con 27 años y un All-Star), Stephon Castle (Rookie del Año) y Dylan Harper (un talento que pinta a mayúsculo). Ahora bien, si los Spurs se han gastado lo que se han gastado en Fox es porque, claramente, quieren hacer recaer el proyecto en las certezas que este les ofrece como jugador contrastado en la liga por encima de las promesas de los otros dos guards. Y lo que deriva en que es imposible que Giannis Antetokounmpo llegase a estar realmente en el mercado porque, de haberlo estado, San Antonio se hubiese tirado a la yugular de los Milwaukee Bucks.
Año uno después de Popovich
Este curso 2025-26 será el primero desde 1997 que Gregg Popovich no inicie dirigiendo a los San Antoni Spurs. El que ahora será nuevo presidente de operaciones abandona los banquillos dejando un legado y una pizarra imborrables en el Álamo. Mitch Johnson, su hasta ahora segundo y sustituto interino hasta el pasado mayo, toma el cargo de manera definitiva. Con toda la presión que conlleva.
El juego del equipo no se verá demasiado afectado. Durante las últimas temporadas de Popovich, plagadas de jóvenes promesas y jugadores mediocres, el mítico técnico se regaló a la laxitud táctica para dejar que el juego corriese todo lo alegre que pudiese. Eso sí, sin obviar la colectividad que siempre ha caracterizado a sus equipos (usualmente entre los más ávidos en porcentaje de canastas asistidas).
Lo que sí que cambia son las exigencias. Y es que los Spurs dejan de ser intocables. Ahora, cualquier decisión técnica y traspiés será puesto en tela de juicio. Lo cual debería de ser positivo para un grupo que necesita ya romper el cascarón.
Wembanyama no pide paciencia
A veces, atendiendo a los análisis que rodean a San Antonio, casi parece que ignoren la existencia de Wembanyama. O más bien el hecho de que, hasta que tuvo que apartarse de la competición tras el All-Star a causa de la aparición de coágulos sanguíneos en su hombro, Victor estaba jugando como uno de los diez mejores jugadores del mundo e iba camino de envainarse el premio a Defensor del Año en tan solo su segunda temporada. Un talento como este debería obligar a echar el resto cada día para rodearle del mejor entorno competitivo posible. Y, ya sea por precaución o incapacidad, los Spurs siguen teniendo problemas que no han resuelto en las oficinas.
Sobre todo, el tamaño que les falta en las alas y la capacidad de tiro de ese mismo. Harrison Barnes fue un buen paso en ese sentido el curso pasado, pero se queda corto. Devin Vassell, el tres presuntamente titular, ha jugado la mayoría de su carrera como alero (según datos de Cleaning the Glass), pero a pesar de sus más de dos metros de envergadura, sigue siendo un jugador de 1,95m de altura y 90 kilos de peso y que no excede el 37% desde el triple en su carrera (38% a pies parados el pasado curso).
Situarle junto a Fox y Castle de inicio, además, incentiva un estilo de juego que probablemente no case del todo con Wembanyama, para quien la transición es aún un debe. Y defensivamente deriva la defensa casi totalmente sobre los hombros de Wemby, Castle y un Barnes de 33 años.
Jeremy Sochan y Keldon Johnson siguen siendo piezas más que dudosas si el equipo pretende estar en la pomada del Oeste. Carter Bryant llega para llenar ese vacío en plantilla y, pese a sus excelentes condiciones, es un jugador que solo ha pasado un año en la universidad y que no ha sido titular en Arizona hasta el tramo final de temporada (5 titularidades antes del March Madness). Es decir, que si su evolución es paulatina no debería sorprender a nadie.
El objetivo de esta temporada debería de ser meterse en puestos de play-in cómodamente y, por el camino, desarrollar sinergias entre Victor Wembanyama y De’Aaron Fox. Todo crecimiento que se de fuera de esa pareja será bienvenido, pero lo cierto es que no es troncal en el corto plazo a no ser que Dylan Harper sea una súper nova. En el futuro, el crecimiento del recién llegado y de Castle seguramente se tenga que saldar con la salida de alguno de los dos. Son asuntos para las previas del mañana.
Jugador a seguir: De’Aaron Fox
Vale, va a ser imposible que el ojo no se vaya a Victor Wembanyama.
Ahora bien, es evidente que el techo ofensivo de los Spurs este año lo va a delimitar la versión que se vea de De’Aaron Fox. Para el ex de los Kings supone un reto aclimatarse a su nuevo entorno por un cambio obvio de paradigma. Va a pasar de jugar con un pívot que le alimentaba de forma directa a través del bloqueo y el pase, a compartir pista con un pívot que le va a alimentar de forma más indirecta y que va a demandar más balón.
Sabonis es un creador dinámico. Siendo el jugador que más balones tocaba en Sacramento el curso pasado, fue el quinto que más tiempo pasaba con el balón en las manos tras el propio Fox, DeMar DeRozan, Malik Monk y Zach LaVine. Wembanyama tamnién pasa poco tiempo con el balón en las manos, pero esto se debe sobre todo a sus labores como ejecutor. Cuando es quien tiene la posesión, necesita más tiempo para generar la ventaja y esto se va a ir enfatizando con el transcurrir de su carrera.
Wemby le va a generar ventajas a Fox por la mera gravedad de una de sus continuaciones al aro, por recibir un dos contra uno en poste bajo o por su rango de tiro. Y de saber sacar su máximo potencial de esta nueva tesitura van a depender muchas de las opciones de los Spurs para estar presentes en la postemporada. El curso pasado apenas jugaron 5 encuentros juntos, así que básicamente parten de cero.
El pronóstico de nbamaniacs
A pesar de que parezca lo contrario por el desarrollo del texto, soy muy optimista con los San Antonio Spurs. Si no existiese el play-in, les vería peleando por puestos de acceso directo a playoffs. Es ese el nivel de confianza que el que escribe tiene en Victor Wembanyama. Dicho esto, creo que les va a faltar profundidad para colarse entre los 6 primeros, pero sí les veo terminando en 8ª posición.
Próximo equipo: Portland Trail Blazers
(Fotografía de portada de Reggie Hildred-Imagn Images)