La temporada 2025-26 llega para Kevin Love repleta de incertidumbres. Tras un traspaso a tres bandas que le enviaba a Utah Jazz todo parecía clarificarse, pero la realidad es que su permanencia en Salt Lake City está más que entredicho.
Pese a que la perspectiva de la temporada de Utah no va más allá de seguir desarrollando jugadores, en las últimas horas se han reforzado con Mo Bamba, otro interior que levantó los rumores sobre un posible despido de Love. Pues bien, por el momento no va a ser así.
Según informa Jake Fischer, y admitiendo que es una jugada que estaba sobre la mesa, por ahora los Jazz se han decantado por contar con el All-Star para realizar la pretemporada y, salvo sorpresa, empezar la regular season con ellos.
El rumbo elegido por el equipo tiene sentido. Love tiene un solo año de contrato a razón de poco más de 4 millones de dólares. Si el plan es ir formando a chicos con talento, tenerle en el vestuario solo puede aportar cosas positivas; eso sí, es una decisión a corto plazo y que podría cambiar de la noche a la mañana; y es que ya a principios de agosto se habló de una posible rescisión.
Kevin Love mira a playoffs
Entrando ya en su 18ª campaña en la NBA, el jugador interior sabe que ya no está para grandes alardes –el curso pasado jugó solo 23 partidos con Miami Heat–, pero sí se ve capacitado para aportar a un equipo con aspiraciones en playoffs. Por ello, su plan es estar atento a cualquier oportunidad que pueda surgir antes de la fecha límite de traspasos para cambiar de aires y vivir un último baile en la élite de la Liga.
(Fotografía de Jim Rassol-Imagn Images)