Cerrada la extensión de Josh Giddey, en los Chicago Bulls saben que aún tienen trabajo por delante, ya que otra pieza clave del proyecto como es Coby White entra en su último año de contrato. ¿Qué ocurre? Que el jugador ya ha tomado una decisión, y no falta de lógica.
Aunque los jugadores suelen elegir seguridad, en el caso del guard de la organización de Illinois estamos ante un caso ‘especial’, ya que la diferencia económica entre firmar ahora con su actual equipo o rubricar un nuevo contrato como agente libre es inmensa.
Con un salario actual de 12,8 millones de dólares para la campaña 2025-26, las reglas de la NBA suponen que la máxima extensión que podría firmar en estos momentos es de cuatro años y 86,9 millones, estando el primero de esos cursos por debajo de los 20 ‘kilos’. White ha dicho ‘no’.
Aunque supone un riesgo al poder caer lesionado durante la siguiente campaña, el jugador y sus agentes entienden que en un año podría superar notablemente esa cifra, por lo que prefieren esperar.
La decisión es lógica, pero en caso alguno supone un rechazo a los Chicago Bulls. El entendimiento entre las partes es máximo y Coby White no contempla más opciones de futuro mientras los de Illinois le quieran, tal y como expresó recientemente a Marc Spears de Andscape.
«Me encanta estar en Chicago. Me encanta la gerencia. Me encantan mis compañeros. Me encanta el cuerpo técnico. Construí una excelente relación con el entrenador Billy Donovan. Y para mí, si mi destino es seguir siendo un Chicago Bull, no puedo pedir nada más», sentencia.
Coby White y unos fantásticos números
Elegido en el puesto número 7 del draft de 2019, White ha explotado en las dos última campañas hasta convertirse en un jugador de primera línea. Así, en la campaña 2024-25 se marchó a un promedio de 20,4 puntos, 4,5 asistencias y 3,7 rebotes. No sorprende que los Bulls estén determinados a retenerle, ya sea con una extensión ahora o con un nuevo contrato al terminar la campaña venidera.
(Fotografía de Nell Redmond-Imagn Images)
