No ha sido el periodo más tranquilo para Malik Monk el de este pasado verano. Lejos de sentirse indispensable para los Sacramento Kings, el guard ha visto su nombre incluido en rumores cada vez que se ha mencionado una posible operación de los californianos; es más, era la pieza fija en la oferta que estos trasladaron a Golden State Warriors para hacerse con los servicios de Jonathan Kuminga.
Cerrado ese capítulo con la renovación del joven alero con los de San Francisco, Monk podría haberse mostrado dolido por lo ocurrido, pero su respuesta ha sido mucho más medida; tanto es así que insiste en que sigue plenamente comprometido con los Kings.
«Algunos pueden dejarse llevar por las especulaciones, pero en mi caso, después de lo que he pasado, no. Además, el grupo en el que me apoyo es increíble. Mi hermano, mi agente, mi madre… siempre me animan. También fui a hablar con el nuevo general manager, Scott Perry, antes de todo, y me dijo lo mismo que mi agente. Me gusta eso de Scott. Le agradezco que se haya presentado y me haya pedido que hablara con él. Eso es ser profesional. Muchos ejecutivos no lo hacen, así que le agradezco ese gesto a Scott», comenta en una entrevista concedida a Jason Anderson de Sacramento Bee.
Sí, Monk ha decidido ver el vaso medio lleno. Su relación con la nueva dirección deportiva es muy buena y esa confianza le hace entender que está en el lugar idóneo para continuar su carrera. Sin embargo, si surge otra oportunidad en el mercado y necesitan darle salida para conseguir esa deseada pieza, no parece que los Kings vayan a dudar a la hora de apretar el gatillo.
(Fotografía de Sergio Estrada-Imagn Images)
