Dicen que quien mucho abarca poco aprieta. Menos Victor Wembanyama. El pívot francés ya llegó a la liga como un perfil capaz de desempeñar cualquier labor en cancha dada su combinación de infinita longitud y envergadura con la agilidad y coordinación típicas de cuerpos mucho más menudos. Y él mismo está empeñado en dominar todos los aspectos del juego.
En su debut en pretemporada con los San Antonio Spurs se vio a un Wemby queriendo ejercer como director del juego y repartiendo 7 asistencias. «Sé que he renunciado a tiros que podría meter con los ojos cerrados. Pero era para darle lanzamientos a mis compañeros que podrían meter mientras duwermen», pronunció el filósofo francés.
En su afán de mejora, Wembanyama se ha reunido con Hakeem Olajuwon para beber de toda su plétora de movimientos al poste y juego de pies. Un maestro al que han acudido algunos de los mejores jugadores de esta era, como LeBron James, Kobe Bryant, Giannis Antetokounmpo y un largo etcétera. Pero quienes suelen hacerlo en una etapa más tardía de sus carreras. Wembanyama, sin embargo, lo tenía claro. «Coincidimos en abril viendo la NCAA en San Antonio y le dije que tenía todo lo que se puede tener», comenta Olajuwon a ESPN. «No, no. Yo he visto lo que tú hacías y me encantaría conocer a fondo los secretos de cada movimiento», contestó Wemby.
De ahí su visita al santuario que el legendario pívot de los Houston Rockets tiene en Katy, Texas. Un templo de peregrinación para aquellos que buscan desentrañar las artes del juego de espaldas a canasta. En sus entrenamientos juntos, con Rashad Lewis como nuevo asistente de los Spurs, espectador y sparring, a Olajuwon incluso se le escapa la risa al ver lo fácil que va asimilando y plasmando los conceptos Wembanyama.
Una parte del intenso verano que la estrella de los Spurs ha vivido. Aumentando su masa muscular, viviendo las costumbres del kung-fu en un templo tibetano o visitando Costa Rica.
(Fotografía de portada de Victor Wembanyama vía Instagram)