Previa NBA 2025-26: Los Angeles Clippers | ¿Y si sí?

En medio de la polémica de Kawhi, los Clippers afrontan el nuevo curso rearmados de veteranos

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Por Aitor Darias

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Previa de la temporada NBA 2025-26 sobre Los Angeles Clippers. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Los Angeles Clippers 2025-26

Así encaran la temporada

Los que sigáis asiduamente esta web os habréis dado cuenta de que estas previas se reparten por divisiones, de modo que el mismo redactor analiza cada temporada a los mismos equipos. Y como alguien que se lleva encargando de los Clippers durante los últimos seis cursos, yo no puedo más.

Analizar a esta franquicia desde la llegada de Kawhi es como hacer una crítica de la obra de un artista que cada año presenta un lienzo en blanco. La primera vez te parece rompedor y dices que es una increíble crítica del capitalismo y de cómo ha convertido el arte en un producto vacío y sin sustancia. La segunda, algo más receloso, aprecias su retrato del nihilismo de una sociedad que se excusa en que nada importa para no mejorar. Y la tercera, dándole un voto de confianza, atisbas una sátira de aquellos gurús que, amparados en un supuesto intelecto superior, se forran a base de venderte la nada.

Pero a la cuarta ya lo mandas a la mierda. Y a la sexta ni te cuento.

Si la NBA se jugara simulando una partida de 2K, Los Angeles Clippers habrían sumado seguramente algún título a su vitrina a lo largo de esta década. Pero en el mundo real todas las cosas prometedoras sobre el papel hay que confirmarlas en la pista, y es ahí donde este proyecto siempre se cae. Siempre hay un pero, un es que, un algo que convierte a un equipo ilusionante en uno derrotado.

Y uno se aferra a que en algún momento las cosas tienen que salir de cara, a que alguna vez serán ellos el equipo al que le sonríe la suerte, a que hasta un reloj parado acierta de vez en cuando. Y todos los años se llega a ese engañoso tramo de liga regular en el que hacen creer que ha llegado ese momento, que por fin han dado con la tecla y que van a recompensar a todos esos pacientes aficionados que pensaron en 2019 que la ciudad de Los Ángeles había cambiado de dueño y que sigue esperando.

Que finalmente llegará el año en que esta previa arranque diciendo que a los campeones les toca revalidar su anillo. Pero al final todas empiezan preguntándose ¿y si este año sí?

¿Y si este año sí?

Hecho este disclaimer, si nos atenemos solo a los resultados recientes y no al historial completo de fracasos la realidad de los Clippers es mucho más optimista de lo que se dibuja arriba. Vienen de una liga regular en la que ganaron 50 partidos a pesar de que Kawhi Leonard se perdió 45 y de unos playoffs en los que llevaron a siete encuentros a los Nuggets en una serie muy pareja. Pese a la decepción de acumular cuatro temporadas sin ganar una eliminatoria, están en la terna de equipos competitivos.

A ello contribuyeron las sensacionales temporadas de James Harden, renacido y recuperando su versión All-NBA, y de Ivica Zubac, consagrado como uno de los mejores interiores de la liga, confirmados como pilares de este equipo junto a Kawhi, que este año estará disponible desde el principio. Pero por si fuera poco, las adiciones a la plantilla han terminado de darle más armas y recursos como para soñar con un nuevo paso adelante.

Los Angeles Ringchasers

Una de las premisas de este verano parece haber sido acudir a jugadores que venían de fracasar a la hora de tener un rol estelar o principal y proponerles unirse al equipo con un puesto más secundario. Así ha llegado por ejemplo Brook Lopez, a quien ya le iba quedando grande el puesto de ancla defensiva de los Bucks, y, sobre todo, Bradley Beal, que pone fin a su decepcionante etapa en Phoenix aceptando vivir a la sombra de las estrellas angelinas con papel y un contrato menores.

Este es un tipo de adición que en el mundo de la teoría siempre resulta prometedora, pero en realidad no son tantas las estrellas que saben adaptarse a su nueva realidad y hacen crecer a equipos ganadores. La premisa es simple: Beal por 50 millones es un problema pero Beal por 5 es una apuesta de poco riesgo. ¿Pero lo es realmente?

Está por ver. Tendrá noches de inspiración en las que se vaya a los 20 y tantos o 30 puntos y gane partidos, pero quizás tenga también otras en las que invite a los Clippers a preguntarse si, para ocupar el puesto de un jugador de rol, no será mejor tener a un jugador de rol y no a una estrella venida a menos. Porque la idea de tenerlo en pista como tercera espada con más espacios ya se puso en práctica en los Suns y los resultados fueron mejorables.

Aun así, su llegada tiene potencial, como también lo tienen las de Chris Paul, que regresa a su antigua casa para dar más profundidad y veteranía al backcourt, y de John Collins, un tanto olvidado entre tanto nombre llamativo. Y sin embargo, quien llena quizás un vacío más importante al dar por fin a este equipo un ala-pívot que, incluso si es fácil olvidarse porque estaba perdido en Utah, puede sumar y dar algo de equilibrio a un conjunto que ha vivido mucho tiempo sin un verdadero 4 en pista.

Todo esto, sumado a la continuidad de perfiles como Derrick Jones, Kris Dunn o Bogdan Bogdanovic, da lugar a un plantel que, si no es el más profundo de la NBA, pelea por dicho puesto. Hay fácilmente 11 o 12 jugadores utilizables a diario, lo cual no solo facilitará Tyronn Lue adaptarse a lo que requiera cada encuentro, sino que ayudará a gestionar un posible problema: la avanzada edad media del equipo.

Estos Clippers sufrirán bajas y tendrán que dar descansos de manera relativamente asidua a varios hombres de su rotación, pero esto les será más sencillo de llevar a cabo cuando hay tantos capaces de asumir galones. Y sabemos que lo son porque lo han hecho a lo largo de sus carreras. Quizás ya no estén capacitados para hacerlo cada noche, pero de forma habitual sigue habiendo muchos jugadores con puntos en sus manos y habilidad para tener una noche nostálgica en la que vuelven a sentirse héroes.

El drama

No es un tema deportivo en el sentido más estricto y no está claro si va a tener alguna incidencia sobre la temporada del equipo, pero es imposible no cerrar la previa con al menos una mención a la polémica por el contrato de Kawhi Leonard. La temporada angelina arrancará inevitablemente sumida por la controversia después de esta maniobra ideada para pagar al alero un salario mayor al permitido por la liga, atacando sus cimientos y la supuesta igualdad que ofrece la agencia libre.

La NBA está actualmente investigando el asunto, y, de confirmarse lo que por ahora parece evidente, se espera una sanción a la franquicia. Una sanción que debería ser severa por las implicaciones de su acción, aunque no tanto como para tener un efecto real en el desarrollo del curso. Lo cual no quiere decir que el peso de la polémica no vaya a estar rondando por ahí.

No obstante, si hay un jugador que parece que puede vivir tranquilamente en medio del caos, ese es Kawhi. Su apariencia de tipo tranquilo y apático no necesariamente implica que sea inmune a todo tipo de circunstancias externas, pero a ratos sí que da esa sensación. De ser ese señor que va, hace su partido, y se marcha a su casa a poner el culo en el sofá y los pies en la mesa.

Pero si no es así y su juego se resiente de alguna manera, o incluso si nos vamos a lo peor y la sanción de la NBA tiene algún efecto sobre su contrato, es evidente que el techo de los Clippers se reduce bastante.

El jugador a seguir: Kawhi Leonard

Pero lo extradeportivo no es lo único en lo que tenemos que fijarnos si hablamos de Kawhi. Cuando el alero llegó a Los Ángeles, lo hizo después de ser MVP de las Finales de 2019 y con la vitola de ser un jugador a capaz de erigirse como el mejor en cualquier serie de playoffs y de guiar a un equipo al anillo. Un reconocimiento completamente merecido en vista de lo logrado en Toronto. La cuestión es, ¿seguimos en ese punto?

Porque de eso han pasado seis años, en la mayoría de los cuales los problemas físicos nos impidieron ver al californiano desplegar su mejor baloncesto en postemporada. En 2021 doblegó a los Mavericks en primera ronda para lesionarse en la segunda, en 2022 no jugó en toda la temporada, en 2023 firmó un Game 1 prodigioso y se lesionó dos días después, y en 2024 llegó tan tocado que tuvo que sentarse tras disputar solo dos encuentros.

Pero en 2025 estaba bien. Por fin, tras años de penitencia, los Clippers llegaban a los playoffs con su superestrella preparada para el combate. Y… meh.

Que no se malentienda, Leonard no hizo ni mucho menos unos malos playoffs. Es más, podemos decir sin medias tintas que hizo unos buenos playoffs. Ahora, ¿hizo unos grandísimos playoffs, unos en los que volver a sentirse capaz de dominar a cualquier rival y llevar a su equipo a lo más alto? Pues no, eso tampoco.

Quitando el Game 2, que sí fue estratosférico, su serie ante los Nuggets fue algo irregular, algo más humana que robótica. Y ahí emerge la duda de si Kawhi sigue siendo ese jugador capaz de ganarte por sí solo una eliminatoria o si ese prime ha quedado enterrado entre molestias y visitas al quirófano. De la letalidad de sus peaks nadie duda, pero si la franquicia quiere por fin coronarse como campeona necesita también la constancia y regularidad que desplegó en su momento. Veremos si la encuentra.

El pronóstico de nbamaniacs

Teniendo en cuenta que el año pasado fueron un buen equipo incluso sin Kawhi, deberíamos quitar esa posible duda y asumir que, aun con bajas puntuales, volverán a serlo este año. Pero como ellos también lo serán otros muchos rivales en el Oeste, hasta el punto de que puede haber una diferencia muy pequeña entre ser cabeza de serie en primera ronda o acabar en el play-in. No obstante, los situamos en el punto medio entre ambas, en una sexta posición desde la que soñar con que alguna de sus estrellas les haga llegar lejos en playoffs.

Anterior equipo: Minnesota Timberwolves | Próximo equipo: Indiana Pacers

(Fotografía de portada: Matthew Hinton-Imagn Images)

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