El debut en la NBA es un momento complicado incluso para los mayores talentos del baloncesto. Los nervios y la presión del momento, el golpe de realidad que supone comprobar en primera persona el nivel de la mejor liga del mundo… Hay muchos ingredientes que pueden hacer que esa primera experiencia se le atragante a cualquiera, pero se que alguien se olvidó de explicarle todo esto a V.J. Edgecombe.
El número 3 del Draft ha derribado de una patada la puerta de entrada a la liga con una actuación que no solo se ha convertido en uno de los mejores debuts jamás firmado, sino que ha permitido a los 76ers arrancar el año con buen pie. Los de Nick Nurse han abierto la liga regular imponiéndose en el TD Garden de Boston por un sufrido 116-117, resultado en el que el novato tuvo mucho que ver.
Y es que Edgecombe, con 34 puntos, ha firmado el mejor estreno en la NBA en los últimos 66 años, alcanzando una cifra solo superada por Frank Selvy (35 tantos en 1954) y Wilt Chamberlain (43 en 1959). Ya desde el primer cuarto, en el que llegaron 14 de sus puntos, el escolta demostró que estaba llamado a grandes cosas esta noche, y continuó sumando tanto desde el perímetro como en la pintura hasta acabar siendo clave en la remontada final de los de Pensilvania.
VJ EDGECOMBE JUST HAD THE MOST POINTS IN AN NBA DEBUT SINCE WILT CHAMBERLAIN 🚨🚨🚨
— NBA (@NBA) October 23, 2025
34 for the #3 pick… 3rd highest-scoring debut ever in the @sixers win! pic.twitter.com/xwjvqMZcsH
De su mano y de la de un imperial Tyrese Maxey, autor de 40 tantos, Philadelphia logró dar la vuelta a un choque que se les había puesto bastante cuesta arriba cuando Jaylen Brown puso el 88-75 nada más comenzar el último cuarto. No obstante, con 23 puntos de los dos hombres de backcourt y algo de ayuda de Quentin Grimes, se fue fraguando una remontada que da algo de licencia para soñar al equipo. Y que, de paso, recuerda a los Celtics cuál es su nueva realidad.
Los de Mazzulla, comandados por los 25 tantos que sumaron tanto Jaylen Brown como Derrick White, dominaron el duelo durante casi toda la segunda mitad, pero acabaron siendo presa de su desacierto exterior (25,6%) y de su incapacidad para contener la explosión anotadora rival. Pese a ello, tuvieron la oportunidad de llevarse el duelo sobre la bocina con un lanzamiento de Payton Pritchard, pero la fortuna no les sonrió. No era el día.
Buscando a Embiid
Como tampoco lo fue para Joel Embiid, cuyos evidentes problemas para encontrar su mejor versión pusieron freno al optimismo despertado por Edgecombe y Maxey. El pívot se quedó en 4 puntos tras firmar un 1/9 en tiros de campo, y tuvo que ser enviado al banquillo en el tramo final dada su incapacidad para ayudar al equipo en una noche en la que su presencia en pista se saldó con un -16 (el peor del partido). Lo cual, pese a todo lo bueno, hace a Philly marcharse con un sabor de boca agridulce.
(Fotografía de portada: Winslow Townson-Imagn Images)