Victor Wembanyama sigue siendo humano. Por mucho que nos haya hecho dudar de ello durante los primeros partidos de los Spurs, el francés sigue siendo un ser con algunas limitaciones propias de nuestra especie, y así se lo han recordado al mundo los Phoenix Suns. El cuadro de Arizona ha anulado como nadie había podido hacer este curso a la estrella de San Antonio y se ha convertido en el primer equipo en tumbar a los texanos, imponiéndose por 130-118 para sumar su tercera victoria del curso.
Y la clave para ella no ha sido otra que frenar a Wembanyama, que venía promediando 30,2 puntos por partido pero que esta vez no ha podido pasar de los 9. Con un 4/14 en tiros de campo y 6 pérdidas, Victor no solo ha firmado su peor partido de la temporada sino en mucho tiempo, pues se ha quedado por debajo de los dobles dígitos por primera vez desde el 30 de octubre de 2024 en una noche que ha supuesto una dura vuelta a la realidad.
Gran parte de la culpa la ha tenido la defensa de Phoenix, que apostó por hombres más pequeños pero fuertes como Royce O’Neal o Ryan Dunn para poner a Wemby en problemas. Con un trabajo muy físico para que le costara recibir y muchas manos sobre balón para que temiera botar e ir hacia canasta, construyeron una suerte de muralla perfecta que, al menos por una noche, sirvió para frenar a la fuerza imparable.
Watch Ryan Dunn here
— Stephen PridGeon-Garner 🏁 (@StephenPG3) November 3, 2025
Spurs go slice for Wembanyama, Dunn adjusts positioning to take first hit on the switch & front
Dunn continues to fight with multiple efforts to the catch point, eventually stamping the stop pic.twitter.com/qAIvalU4jo
Trabajo de todos
Lejos de ser una misión fácil, esta fue una labor en la que tuvieron que participar todos los locales que estaban en pista, que respondieron con un nivel de compromiso enorme. Daba igual que no fuera uno de los defensores principales. Quien se quedara con él en un cambio le peleaba la posición a morir, cuando comenzaba a atacar siempre había una ayuda preparada tanto para intimidar como para intentar robar. Los Suns se pusieron como objetivo pararlo. Y entre todos, lo lograron.
También entre todos consiguieron hacer daño a la defensa de unos Spurs completamente desarbolados y que de hecho cayeron de forma más dura de lo que el marcador final puede dar a entender. La diferencia llegó a ser de 31 tantos y solo se redujo en el último cuarto, cuando, ya sin tiempo para remontar, los de Johnson buscaron al menos hacer más digno el resultado final. Pero no borraron la imagen de tantos minutos en los que solo hubo un equipo en cancha.
Devin Booker, con sus 28 puntos y 13 rebotes, se encargó de que así fuera, para lo que contó con hasta seis compañeros en dobles dígitos. Destacaron entre ellos Grayson Allen, autor de cinco triples, y Ryan Dunn, que no solo brilló en defensa sino que también sumó en la otra mitad de la pista, ambos con 17 tantos, en una de esas noches que invitan a pensar que quizás sí que haya aquí un equipo con argumentos para hacer un año más que digno.
(Fotografía de portada: Allan Henry-Imagn Images)
