Se esperaba mucho del partido que enfrentaba a Denver Nuggets y Golden State Warriors; sin embargo, acabó teniendo tan poca historia como para convertirse en una especie de ensayo en el que se ponía en valor a quien no estaba sobre el parqué, a Stephen Curry.
No vamos a descubrir hoy al cuatro veces campeón de la NBA, pero tampoco está de más bajar los pies a la tierra. Tras el excelso final de curso pasado y empezar el presente con cuatro victorias en cinco encuentros, se destacó –y no que decimos que sin sentido– el mayor equilibrio de la plantilla de los Warriors y la posibilidad de no tener que exigir hasta el límite a Curry, pero claro, si visitas a un equipazo como el de Nikola Jokic y compañía, la historia es bien diferente.
Los de Colorado son un fantástico equipo y el listón que ponen sobre la pista no da como para que los de San Francisco se planten sin su máxima estrella y puedan competir; y es que ya no se trata solo de lo mucho que hace Stephen cuando juega, sino de la máxima atención que ponen sus rivales en él. Anoche no hubo nada de eso y los chicos de David Adelman maniataron a los Warriors hasta derrotarles por un elocuente 129-104.
En ese camino hacia la victoria, la cual pone a los Nuggets con un balance de 6-2 y deja a Golden State con 5-5, destacó una vez más un Nikola Jokic al que le bastaron 28 minutos en pista para rozar el triple-doble con 26 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias. El serbio está una año más en esa línea de jugar a esto como si fuese lo más sencillo del mundo.
Con Jokic a los suyo toca destacar el hecho de que Jamal Murray esté bastante mejor que en años anteriores. Hablamos de un nivel físico que le permite estar siempre en pista y que anoche le sirvió para irse hasta los 23 puntos y 8 asistencias.
Los Warriors, huérfanos
Poco se puede destacar del partido de Golden State. Desde bien pronto entendieron que no era el día y Steve Kerr se dedicó a repartir minutos entre sus chicos. El máximo anotador por parte californiana fue Draymond Green con 17 puntos y un excelente 5 de 10 en triples, mientras que Jimmy Butler se quedó cerca al alcanzar los 16 tantos. Para suerte para ellos, de cara al domingo, recibiendo en el Chase Center a los Indiana Pacers, Stephen Curry ya debería estar.
(Fotografía de Isaiah J. Downing-Imagn Images)





