Houston sigue sumando argumentos para consolidarse como uno de los equipos a temer. El cuadro texano ha sumado la que tal vez sea su mejor victoria de la temporada al imponerse a los Bucks en Milwaukee por 115-122, doblegando a un rival que había arrancado el año en un buen estado de forma. Y, sobre todo, sacando carácter y recursos para imponerse en una noche en la que tuvieron que remar a contracorriente durante casi todo el encuentro.
Y es que a ratos los locales expusieron algunos de los problemas de los que pueden adolecer estos Rockets en ausencia de VanVleet. El ataque tuvo tramos algo lentos, se acumularon las pérdidas y hubo tramos de muy poca fluidez, pero también salió a relucir un talento capaz de enmendar todos estos contratiempos. Un talento que tuvo dos nombres claros.
El primero fue el de Kevin Durant, que con 31 puntos y un 11/15 en tiro jugó a sus anchas en el Fiserv Forum. Los Bucks probaron de todo contra él, desde defensas agresivas con jugadores más pequeños a otras con hombres más altos que trataban de puntear sus lanzamientos, pero el alero acabó teniendo respuesta para todas ellas y fue poco a poco creciendo. Porque, aunque tuvo algunas dificultades iniciales, acabó sumando 22 importantísimos tantos en la segunda mitad.
Alperen Sengun fue el segundo, en su caso con 23 puntos y un excelente cierre para culminar uno de esos partidos de pico y pala. Milwaukee había tomado la delantera desde la primera parte y parecía tener respuesta para cada intento de remontada texano, pero los de Udoka seguían y seguían. Y al final, cuando las fuerzas empezaban a fallar, fueron las muñecas de los Bucks las que empezaron a temblar y fue el turco quien se hizo más fuerte para sentenciar el choque con 10 tantos en el último cuarto.
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— NBA (@NBA) November 9, 2025
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El tercero en discordia fue un sorprendente Reed Sheppard, que con 16 puntos y 4 robos fue un incordio para los Bucks en los dos aros y firmó el que puede haber sido su mejor encuentro del curso. Sus triples mantuvieron con vida a Houston en los momentos de más dificultad y su agresividad defensiva regaló algunas canastas en contraataque que inspiraron la remontada y que le ayudan a demostrar su valía tras ciertas dudas en el arranque de liga regular.
Giannis, a lo suyo
Así, los Rockets cerraron el choque con un parcial de 8-22 con el que los Bucks echaron por tierra lo que estaba siendo una gran actuación por su parte. Pese a la sangría reboteadora, los de Doc Rivers presumieron de grandes tramos en defensa y se encomendaron en ataque a un Giannis Antetokoumpo tan excelso como de costumbre, que con 37 puntos y 8 rebotes volvió a guiar a los suyos pero que no pudo culminar la faena.
Milwaukee echó en falta algo más de capacidad de generación en el tramo final, donde su ataque sí evidenció las carencias que no se vieron el resto de la noche y no consiguió encontrar buenas oportunidades ante una defensa de muchos centímetros y capacidad atlética. Y eso es algo a lo que se puede sobrevivir otras noches. Pero ante un Durant infalible desde la media distancia y un Sengun poderoso en la zona, fue un regalo demasiado grande.
(Fotografía de portada: Michael McLoone-Imagn Images)





