Incluso para los aficionados del baloncesto más táctico, preciso y riguroso, hay ocasiones en las que no hay nada más divertido que una buena dosis de caos. Y caos es precisamente el primer apellido del Jazz-Bulls que se ha disputado esta madrugada. En una mezcla prórrogas, grandes anotaciones y canastas decisivas, ambos equipos han regalado una preciosa locura que ha caído del lado de Utah por 150-147, y lo ha hecho, cómo no, en un final de infarto.
Keyonte George fue el encargado de poner fin a casi 60 minutos de baloncesto con un triple a falta de 8 décimas de segundo, sumando su punto número 33 al marcador y la victoria número al casillero de los Jazz. El base, al que no le tembló el pulso al recibir el pase de Isaiah Collier, se negó a prolongar más fiesta y se levantó a pedir la cuenta mientras el resto de la mesa debatía si había tiempo para otra ronda o no.
Pero él decidió que ya había sido demasiado.
KEYONTE GEORGE CALLS GAME WITH 0.8 REMAINING 🚨
— NBA (@NBA) November 17, 2025
HE CAPS HIS 33-POINT NIGHT WITH THE WINNER IN DOUBLE OT. pic.twitter.com/D67ToC9UcA
Sobre todo porque, apenas cinco minutos antes, los Jazz habían visto cómo el triunfo se les escapaba de las manos de manera dolorosa.
Un regreso a la altura
El duelo supuso, entre otras muchas cosas, el estreno de Coby White esta temporada, y es difícil imaginar un primer encuentro con más alicientes. El escolta lideró a los suyos en anotación con 27 puntos a pesar de su desacierto en el tiro (5/14), y protagonizó un cierre heroico de la primera prórroga que permitió a Chicago forzar la segunda cuando todo el Delta Center se preparaba ya para celebrar la victoria local.
Con 136-134 en el marcador, posesión local y menos de 10 segundos para el final, todo estaba de cara para los Jazz, que pusieron el balón en manos de George esperando que este fuera enviado al tiro libre. Pero en lugar de eso, White se lanzó a por el balón sin cometer falta y consiguió forzar el salto entre dos, salto que ganó para dar la posesión a los Bulls, que pidieron rápidamente un tiempo muerto para diseñar una última jugada. Y quién sino él podía asumirla.
COBY WHITE GETS THE TIE-UP.
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COBY WHITE WINS THE TAP.
COBY WHITE TIES THE GAME.
In his season debut… Coby White absolutely takes over to force double-overtime 🤯 pic.twitter.com/eNhTyJLD8X
Coby recibió el balón que él mismo se había ganado, pasó el bloqueo de Vucevic, y logró sacar una bandeja alrededor de la defensa de Markkanen para firmar la que hasta ese momento era la jugada del partido. Poco después, Keyonte George le arrebataría ese honor. Pero, pese a la dolorosa derrota, Chicago pudo irse a dormir sabiendo que White ha vuelto como se fue.
Prohibido olvidar a Markkanen
Todo este caos hizo que la exhibición de Lauri Markkanen quedase en un extraño segundo plano, algo poco inusual para un hombre que se fue hasta los 47 puntos y sin el que no se entiende que los Jazz llegaran con vida al final. El finlandés dio continuidad a su extraordinario inicio de curso yéndose por encima de los 40 tantos por tercera vez en 13 encuentros, aunque, quizás por cansancio, acabó algo difuminado y solo pudo sumar 4 puntos entre las dos prórrogas (1/6 en tiro).
Algo similar le ocurrió a Josh Giddey, que se fue con un triple-doble de 26 tantos, 13 asistencias y 13 rebotes pero que, al menos a nivel ofensivo, fue yendo a menos con el paso de los minutos y tuvo que ceder el protagonismo en el tiempo extra. Pese a sus grandes números, el australiano no pudo evitar el quinto tropiezo consecutivo de los Bulls, que empiezan a volver a la realidad tras su excelente inicio.
(Fotografía de portada: Peter Creveling-Imagn Images)





