Alperen Sengun, de villano a héroe en 1,7 segundos

El turco compensó un error que pudo ser fatal para los Rockets y forzó una prórroga en la que acabaron ganando

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Por Aitor Darias

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Algo que diferencia al baloncesto de cualquier otro deporte es la gran cantidad de cosas que pueden pasar en un minúsculo lapso de tiempo. Un par de segundos pueden parecer prácticamente nada para un ser humano normal, pero se convierten en un periodo de tiempo inmenso para los seguidores de la NBA, que han visto historias heroicas y dramáticas desarrollarse en menos tiempo. Y esta madrugada, Alperen Sengun ha experimentado en sus propias carnes cómo todo puede cambiar de un instante a otro.

En concreto, fueron 1,7 segundos lo que el turco necesitó para pasar de ser el responsable de la derrota de los Houston Rockets al salvador que los condujo al triunfo por 117-113 ante los Orlando Magic. Una historia que comenzó con un mal pase y una carrera.

Con 5,3 segundos para el final y empate en el marcador, el pívot fue el elegido para poner el balón en juego desde la banda, y su tarea era simple: dar el balón a un Kevin Durant que venía de anotar el triple del empate. O más bien era simple… sobre el papel. La agresiva defensa de Orlando generó un malentendido entre pasador y receptor, haciendo a Durant resbalar, a Sengun dar el pase demasiado atrás, y a Anthony Black encontrarse con un balón muerto y la pista libre para irse a por la victoria.

Así que Sengun corrió hacia atrás para enmendar su error. El base de los Magic se veía solo ante el aro, pero él estaba dispuesto a evitarlo. Solo que, antes de convertirse en héroe, un buen protagonista debe caer primero. Y para lo único que sirvió el esfuerzo de Alpi fue para agrandar su error haciendo una falta a Black mientras este machacaba el balón y culminaba el 2+1. Orlando lo tenía en su mano con solo 1,7 segundos para el final.

Pero Black falló el tiro libre, y de repente las perspectivas eran otras. A Houston ya solo le hacía falta una canasta de dos puntos para forzar la prórroga, y Udoka tuvo claro a quién buscar. Diseñó una jugada para abrir la pista y logró un aclarado para Sengun en la pintura, donde muy pocos son capaces de contenerlo. Y Jonathan Isaac no es uno de ellos. Dos puntos, prórroga forzada y papeleta salvada. Ahora solo tocaba terminar de ganar el partido.

Durant remata

Alperen no terminó de brillar en el tiempo extra, pero no fue necesario. Ante unos Magic a los que, sin Banchero, se les atragantó el cierre, los Rockets encontraron suficientes puntos con su poderío en la pintura y fiaron a Kevin Durant la canasta que decidió el choque. El alero, autor de 35 puntos, fue el socio perfecto del turco, que terminó con 30 y añadió 12 rebotes y 8 asistencias en una noche en la que, aunque a ratos sin quererlo, fue protagonista.

(Fotografía de portada: Troy Taormina-Imagn Images)

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