Normalmente, cuando se da el despido de un entrenador, los reportajes que se corren a publicar tratan de vestuarios con mal ambiente o desavenencias entre técnico y jugadores o front office. En el caso de los New Orleans Pelicans, se apunta precisamente a las oficinas. La franquicia acumula muchos años siendo una de las más disfuncionales de toda la liga. Y a pesar de haber tenido la bendición de elegir a Anthony Davis y Zion Williamson en la misma década, solo han pasado en una ocasión de primera ronda en playoffs.
Estos resultados llevaron a cambiar de presidente de operaciones el pasado verano, despidiendo a David Griffin para sustituirle con Joe Dumars, que ocupaba un puesto en los despachos de la NBA. Al parecer, según destapa John Hollinger en The Athletic, Dumars lleva meses haciendo dejación de funciones y derivando sus responsabilidades en Troy Weaver, el ex GM de Detroit Pistons a quien fichó como mano derecha.
Fuentes cercanas a la franquicia de Michigan, donde Weaver dejó un récord de 74-244 en cuatro años, comentan que no hubo contacto alguno entre oficinas hasta que el fichaje fue oficial. Esto implica que los movimientos para obtener a Derik Queen en el Draft con el número 13 y el traspaso por Jordan Poole o el fichaje de Kevon Looney corrieron mayormente a cuenta de Weaver. Autor de la peor temporada de la historia de los Pistons.
Hollinger apunta a que el despido de Willie Green fue la primera decisión de peso que tomó Dumars como brazo ejecutor.
(Fotografía de portada de Kirby Lee-Imagn Images)
