Una año más, y ya es fácil perder la cuenta, los Charlotte Hornets han arrojado su temporada a las primeras de cambio. Los de North Carolina están en la parte más baja de una conferencia Este con 11 equipos competitivos y cuatro despojos. Ser el tuerto en el país de los ciegos (12º con 4-11 de récord) no debería ser consuelo. Sin embargo, aunque parece el Día de la Marmota, hay un matiz en estos Hornets: Kon Knueppel.
El rookie está teniendo un inicio lo suficientemente bueno como para que haya voces que se planteen que LaMelo Ball, estrella hasta ahora intocable, podría no continuar en el equipo a futuro. La otra vuelta de tuerca es que, según cuenta Kelly Iko en Yahoo Sports, se estaría planteando el traspaso por su frustración con el rumbo de la franquicia.
Ball salió rápidamente a contestar al tweet del periodista con un simple emoticono de payaso. Su forma de desmentir la información.
Sea como fuere, lo cierto es que cuando los Hornets extendieron el contrato máximo de escala rookie a LaMelo Ball hace dos años, esperaban estar compitiendo por cosas a estas alturas. Lo cual parece muy lejos, y más viendo los problemas físicos que siempre le persiguen.
Alrededor del base ha crecido la idea de que no es una estrella ganadora, aunque en sus dos primeras temporadas ganase más partidos de los que perdió. Charlotte no es el lugar idóneo para demostrar ese tipo de cosas. Al menos por ahora. Por lo que, probablemente, un traspaso no sea la peor de las ideas para ninguna de las dos partes.
(Fotografía de portada de Sam Navarro-Imagn Images)
