Cuesta acordarse de cuántos años lleva la liga colocando a Lauri Markkanen como el jugador más suculento del mercado. El finlandés extendió su contrato con los Utah Jazz en el verano de 2024 esperando competir a no mucho tardar, y ese punto aún parece lejano por el estado del equipo y la competencia que existe en la conferencia Oeste entre equipos al alza.
Antes de iniciar el presente curso, Austin Ainge dijo aquello de que se acabó eso de tirar partidos. Y, estando el equipo mejor que el curso pasado, no les da para competir por más.
Este cúmulo de circunstancias hace que, un año más, media NBA se agolpe expectante a ver qué pasa con Markkanen. Con los Detroit Pistons como el equipo que más dispuesto estaría a presentar una oferta en firme por el ala-pívot. Lo que probablemente no se esperan en Michigan, ni en el resto de la liga, es que los Jazz no quieran ser un equipo vendedor.
El siempre confiable Marc Stein cuenta hoy en su newsletter que en las oficinas de Salt Lake City tienen más en mente la idea de moverse para rodear a Markkanen que sacar tajada por su salida en el próximo cierre de mercado. Lo cual suena algo rocambolesco atendiendo a las pocas certezas que tiene el equipo de cara a futuro. A saber: Keyonte George, Walker Kessler (lesionado para la temporada) y las promesas de Ace Bailey, Kyle Filipowski y Cody Williams aún por cumplir.
(Fotografía de portada de Chris Nicoll-Imagn Images)
