Con un balance de 15–14 y séptimos de Conferencia Este, los Cleveland Cavaliers se mueven ahora mismo en suelo poroso. Arenas de play-in a dos triunfos de los Raptors (sextos). Un escenario que ha reactivado el debate interno sobre la necesidad de cambios estructurales… y que por supuesto da lugar a murmullos externos.
Las dudas se han intensificado con su última racha de derrotas, las tres últimas de manera consecutiva. Derrotas ante unos Warriors plagados de bajas, tropiezos imperdonables frente a Hornets y Bulls, y una ajustada victoria contra Washington que solo llegó gracias a una exhibición individual de Donovan Mitchell.
Y no pueden seguir parapetándose tras las bajas de Evan Mobley o Jarrett Allen.
En este contexto, alrededor de la liga empieza a ganar fuerza una idea concreta: si Cleveland decide mover ficha, el nombre que más seriamente aparece sobre la mesa es el de Darius Garland.
Garland: lo que otros no te dan
Según distintos ejecutivos, Garland es visto como uno de los bases más “seguros” del mercado potencial, especialmente en comparación con otros perfiles de alto nivel que también vienen generando ruido —como Ja Morant, LaMelo Ball o Trae Young— pero con mayor sensación de riesgo contractual, físico, deportivo y/o extradeportivo.
La percepción general es que Garland –sin ser el del año pasado que tan bien cuajó con Mitchell– mantiene valor, encaje y margen de crecimiento (recordar que en enero cumple solo 26 años).
Además, existe entre algunos equipos la creencia de que el propio jugador aspira en algún momento a volver a liderar un proyecto como pieza principal, algo difícil en Ohio a en el medio plazo al partir, en jerarquía, por debajo de Mitchell y en el mismo escalafón que Mobley.
Dos grandes postores: Kings y Wolves
“Darius es la opción más estable para los equipos que buscan mejorar en la posición de base”, señala una fuente de Dallas Hoops Journal. “Hay franquicias convencidas de que puede asumir más responsabilidad ofensiva de la que tiene ahora”.
Entre los equipos que han monitorizado su situación aparecen, en primera plana, los Sacramento Kings, todavía en busca de una solución a largo plazo en la dirección de juego tras la salida de De’Aaron Fox. Y ni Russell Westbrook ni Zach LaVine son la respuesta.
Tras ellos emergen también los Minnesota Timberwolves, cuyo interés por un point guard como pieza última en el asalto al anillo, a nadie escapa.Eso sí, en ambos casos, Kings y T-Wolves, el gran reto está en crear un paquete que valga a los Cavs: algo nada sencillo.
| Temporada | Edad | Minutos | Puntos | Asistencias | Rebotes | Robos | TC% | Triples% | Win Share |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 2024-25 | 25 | 30,7 | 20,6 | 6,7 | 2,9 | 1,2 | 56,2 | 40,1 | 8,1 |
| 2025-26 | 26 | 30,2 | 16,9 | 6,5 | 3 | 0,8 | 45,4 | 32,2 | 0,3 |
Todo esto no implica que un movimiento sea inminente. Ni muchísimo menos. En Cleveland también existen interrogantes sobre el liderazgo de Kenny Atkinson (COY 2024-25), aunque por ahora no se espera una decisión drástica en el banquillo. La sensación, más bien, es que la franquicia está evaluando hasta dónde puede llegar realmente el actual núcleo.
Mucho debería torcerse la cosa de aquí a febrero para precipitar movimientos que, lo normal, es que esperasen a la tranquilidad del verano.
(Fotografía de portada de Geoff Burke-Imagn Images)





