No hay manera. Orlando Magic no termina de ser lo que se espera. Si antes de empezar la temporada se les colocaba en casi todos los análisis como top-3 de la Conferencia Este, en el presente dan la sensación de ir con el paso plenamente perdido; eso sí, no solo por errores propios.
No se trata de criticar, sino de entender que no están dónde se esperaba. Un récord de 16-13, incluyendo la dura derrota de anoche en cancha de Golden State Warriors por 120-97, deja claro que las cosas no van bien. Sí, han sufrido una vez más bastantes lesiones, pero los equipos sanos directamente no existen en la NBA salvo contadas excepciones.
Para ser exactos han perdido cinco de sus últimos ocho compromisos, curiosamente coincidiendo con el regreso de Paolo Banchero tras lesión y con la salida del equipo por idéntico motivo de Franz Wagner. ¿Tanto ha cambiado el equipo? No, pero lo cierto es que al número 1 del draft de 2021 aún se le ve algo falto de ritmo. Hace números sí, pero desde que ha vuelto ha estado en cinco de siete partidos por debajo del 40 por ciento en tiros de campo…
Es obvio que Banchero es la gran estrella, pero quizás la pieza más influyente sea Jalen Suggs. El guard lleva fuera tres partidos y los de Florida solo han podido ganar a Utah Jazz (y tras prórroga). Su intensidad, su defensa, su determinación… Sin duda es el termómetro de un equipo que en caso alguno va sobrado como para que la ausencia de alguien tan importante se pueda subsanar a la ligera.
Porque los Magic parecen depender por completo de estar todos sanos. Por supuesto que ser en estos momentos sextos del Este a dos partidos del tercero (Boston Celtics) no es tragedia alguna, pero de igual modo parece que el plan para sustentar al equipo ante los imprevistos no existe, o al menos no es lo suficientemente sólido como para mantenerles en la buena línea.
Un mejor equipo que en la 2024-25
Eso es indudable. El año pasado se llevaron también numerosos golpes desde la enfermería, pero es que además las fórmulas ofensivas brillaban por su ausencia hasta ser el cuarto peor ataque de la competición con un rating de 108,9 puntos por cada 100 posesiones. Ahora, un año después, se sitúan en la 11ª plaza con 115. Exacto, la mejora es notable, pero la defensa se ha resentido un poco para pasar del segundo lugar (109,1) al 10º (112,9).
En ese cambio de tendencia mucho tiene que ver el fichaje de Desmond Bane. El guard tardó en arrancar, pero desde hace semanas es pieza esencial del ataque al abrir la pista y promediar hasta 19 puntos por noche.
Orlando Magic, la eterna espera
Es obvio que por el camino Orlando habrá hecho cosas mal, pero en su caso el presente tiene bastante más que ver con el hecho de que verles a todos juntos se ha convertido en una eterna espera. El año pasado fueron 35 partidos de Suggs y 45 de Banchero. En este ahora esperan el retorno de Franz Wagner y ya han estado de nuevo semanas sin Banchero. Se les puede pedir más, pero no es menos verdad que no están teniendo ni una pizca de suerte para demostrar cómo de buenos pueden llegar a ser.
(Fotografía de Eakin Howard-Imagn Images)
