A los Mavericks les vuelve a caer carbón

Dallas pierde a Davis por lesión y sufre una nueva derrota

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Por Aitor Darias

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Hace exactamente un año, Luka Doncic jugó su último partido con la camiseta de los Mavericks. Incluso si nadie podía imaginar en aquel momento que lo sería, la Navidad de 2024 guarda un regusto amargo para los fans de Dallas, que vieron a su estrella lesionarse y a su equipo caer ante los Timberwolves. Y un año después, parece que la historia se repite.

Nueva derrota, aunque esta vez ante los Warriors por 126-116. Nueva lesión importante, esta vez de Anthony Davis. Y con el pívot en rumores de traspaso, quién se atreve a pronosticar que la misma historia no ocurrirá una segunda vez.

Todo empezó a torcerse para los texanos a mediados del segundo cuarto, momento en que Davis tuvo que ser sustituido por culpa de una lesión en la ingle. Cuatro minutos después, Kidd se vio obligado a pedir tiempo muerto al encajar un parcial de 17-8 que daba a Golden State su máxima ventaja de la noche hasta el momento (+13). Y ahí empezaron los flashbacks.

Un triunfo de todos

Los Warriors nunca llegaron a pasar por encima de los Mavericks ni a hacerse con grandísimas ventajas en el marcador, pero sí dieron la sensación de estar en todo momento en control de un choque en el que fueron prácticamente siempre por delante. Los visitantes hicieron la goma fruto de la voluntad de Cooper Flagg y Brandon Williams, pero con más empuje que ideas y con más optimismo que argumentos. Porque delante tenían un equipo que no iba a desaprovechar el regalo de Navidad que se habían encontrado.

Énfasis en ‘equipo’, porque eso fueron los de Steve Kerr hoy. Pocas actuaciones llamativas en el boxscore pero mucha sensación de bloque que confía en lo que hace incluso cuando el acierto no está ahí. Con hasta siete jugadores en dobles dígitos, los californianos sacaron a relucir su juego coral y su excelente circulación para generarse un tiro liberado tras otro, y con ello no les fue difícil reaccionar a cada intento de Dallas de hacer de este un choque parejo.

Su único obstáculo fue su terrible 2/23 en triples en la segunda parte, estadística que no mejoró a pesar de que la gran mayoría llegaron con escasa o ninguna oposición. Pero tampoco les hizo falta. Sin Davis para reforzar la defensa interior, la pintura se convirtió en el nuevo coto de caza de los Warriors, que acudieron a ella cada vez que necesitaban puntos. Y, ya fuera mediante penetración, corte y asistencia, o incluso rebote ofensivo, este recurso no les falló.

Este triunfo da a Golden State su tercera victoria consecutiva, permitiendo recuperar algo de tranquilidad después de caer por debajo del 50% de victorias. Para Dallas, por el contrario, es casi una confirmación de que esta no es una temporada para centrarse en lo deportivo. De que, especialmente ahora con Davis de baja, quizás dejar a Flagg foguearse en un curso de tanking es la mejor manera de dar sentido a un proyecto que está todavía tratando de coger una forma definida.

(Fotografía de portada: Darren Yamashita-Imagn Images)

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