Sea por razones estrictamente deportivas o por la necesidad de generar valor de mercado, la salud de Anthony Davis es una continua faena para los Dallas Mavericks. El interior quedó paralizado en una contra de su equipo durante el partido de la jornada de Navidad ante Golden Starte. Davis fue directo a sentarse en el banquillo sin pedir el cambio. Daniel Gafford y Jason kidd ya sabían lo que tocaba.
De nuevo la ingle vuelve a dar problemas a un Davis que se perderá un puñado indefinido de partidos. Hacía meses que la ingle no le daba problemas, aproximadamente desde el pasado mes de abril, aunque sumó unas cuantas ausencias durante el primer trimestre del año por la misma problemática. Este curso sus problemas habían estado relacionados especialmente con la pantorrilla. Lo que le ha hecho perderse 16 de los 32 encuentros disputados por los Mavericks.
Esta vez se trata de un «pequeño contratiempo» según documenta Shams Charania. El problema en todo caso no es esta lesión, sino la acumulación de problemas físicos que socavan su continuidad. Davis no está logrando coger velocidad de crucero esta temporada, con números por debajo de sus estándares en lo que va de curso cuando ha estado sano. Aun así, los Dallas Mavericks han sumado 8 de sus 10 victorias con él disponible y solo Cooper Flagg le discute ser el jugador más importante cuando está en cancha.
(Fotografía de portada de Darren Yamashita-Imagn Images)





