“Es mi culpa. Debería haber pedido tiempo muerto”. Así de claro se mostró Mike Woodson, entrenador de los Knicks, después de que su equipo perdiera por 101–102 ante Washington Wizards.
Perdiendo de un punto tras una canasta sin mucha oposición por parte de Bradley Beal a falta de 6,9 segundos, los Knicks iniciaron la jugada de ataque sin pedir un tiempo muerto a pesar de tener tres disponibles.
El resultado fue una mala acción de Carmelo Anthony, quien ralentizó la subida del balón tal vez pensando que quedaba más tiempo o que el tiempo muerto estaba en camino. El tiro final del alero fue muy forzado y los Knicks sumaron una nueva derrota en el Madison Square Garden.
“Creía que tendríamos un tiempo muerto”, dijo Anthony. “Todo ocurrió muy rápido. No puedo creer que perdiéramos el partido”.
“Si él (Woodson) dice que es su culpa, es su culpa. No hay motivo para que yo hable de ello”.
