Cuatro años y cuatro entrenadores diferentes. Por ahí empieza el balance que Greg Monroe hace del que ha sido por ahora su paso por los Detroit Pistons; un deambular sin rumbo fijo, que ha sido el principal detonante para que el pívot prefiera jugar la próxima campaña haciendo efectiva la qualifying offer de 5.5 millones de dólares, antes que firmando una extensión multianual con los de la ‘Motown’.
«No es ninguna falta de respeto hacia las personas que trabajan aquí, sólo es que para mí era difícil alcanzar un acuerdo de otros cuatro años con gente nueva. Honestamente, si se le preguntara a una persona estando en la misma situación que yo, lo habitual sería que dijesen que no», señala en declaraciones a Detroit News.
Pese a su decisión de ser agente libre sin restricciones de cara al próximo verano, Monroe asegura que su postura se debe únicamente a la situación del equipo, ya que su relación con la ciudad es muy buena. «No puedo hablar por todos, pero en mi caso, cuando hablo de salir de Detroit me refiero sólo al equipo. No tengo ningún problema con la ciudad, los fans o las personas. Me recibieron con los brazos abiertos y siempre me han demostrado amor. Es más, han peleado junto a nosotros en estos años difíciles».