Adam Silver no quiere que la NBA se quede atrás en nada.
En un artículo publicado en New York Times, el comisionado está convencido de que hay que cambiar el escenario legal en el que se desenvuelven las apuestas deportivas.
La Ley de Protección de Deportes Profesionales y Amateur (PASPA) prohíbe estas apuestas, a excepción de cuatro estados en los cuales sí es legal: Nevada, Delaware, Montana y Oregon.
«Creo que este asunto de las apuestas debe ser sacado a la luz para poderse controlar y regular con adecuación», esgrime Silver, quien tasa en unos 400 billones de dólares las cantidades que se apuestan ilegalmente.
«Los tiempos han cambiado desde que se promulgó la PASPA. El juego se ha convertido en una forma de entretenimiento cada vez más popular y aceptada en EE.UU», añadió Silver. «Se puede conseguir si se obtiene un protocolo para conceder licencias y asegurarte que los operadores de apuestas son legítimos, se verifica la edad mínima, se educa sobre el juego de manera responsable…».