La temporada pasada fue la más complicada que Pau Gasol tuvo que vivir en Los Ángeles. El equipo no carburó nunca y las sensaciones con las que se quedaron no fueron nada satisfactorias.
Cuando llegó la agencia libre, el ala-pívot se sintió libre para elegir cuál sería su destino. Los Lakers lucharon por conservarle, pero al final aceptó la proposición deportiva de los Bulls.
Según informa ESPN y recoge Lakers Nation, tal fue el interés de los angelinos por retenerle que, aparte de los 20 millones de dólares en dos años, le ofrecieron una cláusula anti-traspaso, algo restringido a sólo unos cuantos jugadores y por lo que podría vetar un movimiento en el que él estuviera involucrado.
Gasol optó por irse a Chicago porque era “necesario seguir adelante. Necesitaba algo diferente, necesitaba estar en una posición diferente”.
Y la decisión que tomó Gasol, visto lo visto hasta ahora, parece la más adecuada que pudo haber tomado.