DeAndre Jordan está supliendo con muchas garantías la ausencia de Blake Griffin. Desde que el ala-pívot de los Clippers cayera lesionado, Jordan ha asumido un papel protagonista tanto en ataque como en la faceta reboteadora y ha permitido vencer a los Rockets por 110-95 gracias a sus 24 puntos y 20 rebotes.
Sin duda, la estadística global de Jordan se benefició de la estrategia de los Rockets de hacerle falta a 4 minutos para el final, ya que 12 de los 24 puntos del pívot vinieron desde la línea de tiros libres, completando un muy mejorable 12-26 en estos lanzamientos.
James Harden tuvo una noche para olvidar, con 3-12 en tiros de campo y solamente 9 puntos. Fueron Corey Brewer y Josh Smith los dos jugadores que lideraron a los Rockets con 22 y 21 puntos respectivamente, demostrando el buen hacer de la franquicia texana en las incorporaciones de esta temporada.
Mientras, como viene siendo habitual, los Rockets echaron en falta la presencia interior de Dwight Howard, que sigue lesionado. Contra equipos más sólidos por dentro como los Clippers, ni Joey Dorsey ni el dúo Smith-Motejiunas es suficiente para intimidar en la zona.
Los Clippers contaron con otros dos jugadores que llegaron a 20 puntos, Jamaal Crawford y J.J. Reddick. Chris Paul también estuvo poco acertado en su duelo con Harden y acabó con 12 puntos pero aportando 12 asistencias.
Esta ha sido una victoria realmente importante para unos Los Angeles Clippers que están peleando duro para ser uno de los cuatro primeros equipos de la Conferencia Oeste y poder disfrutar del factor cancha a favor en Playoff. Con Griffin fuera de las canchas un mes como mínimo, no será tarea fácil para el equipo de Doc Rivers.