La temporada de los Knicks ya no da para mucho más en el sentido deportivo.
Su plantilla de cara al próximo año cambiará mucho y, dentro de lo que se espera que continúe, queda por evaluar cuál ha sido el desempeño que ha tenido Derek Fisher en el banquillo. Y quién mejor para ponerle nota que su jefe, Phil Jackson.
El ejecutivo de los neoyorkinos hubiera necesitado que Fisher fuese algo más visceral en los temas arbitrales, incluso «llegando a echar de menos ver que le hubieran echado en algunos encuentros».
«Parece que cada vez que jugamos fuera, cualquier salto se convierte en falta. Y veo que Derek tiene mucha paciencia con eso», señaló Jackson en el New York Post. «[He echado de menos] verle detrás de algunos árbitros. Tal vez piensa que su contrato no le paga por acumular algunas técnicas y tampoco quiero que eso se convierta en un problema».
Y Fisher no ha tardado en responderle, dejando caer que ese tipo de situaciones que Jackson espera no se van a dar por el momento.
«No sé cómo afrontar una conversación que trate sobre que un entrenador tiene que acumular muchas técnicas a su favor o no», dijo Fisher. «Yo no soy Phil. No estoy entrenando a los equipos que él entrenó. Tengo que medir esas situaciones en función de quién es nuestro equipo. No tenemos suficiente historia juntos como para ya hacer eso [protestar]. No sé si sería justo dejar a mis jugadores en la cancha cuando yo no estoy ahí delante».