Markieff Morris no quiere jugar en los Phoenix Suns –después de que la entidad de Arizona traspasase a su hermano Marcus este pasado verano–, pero no para de encontrar piedras en el camino para conseguir su objetivo.
Además de que los Suns no tengan intención de traspasarle, la NBA ha multado al jugador con 10.000 dólares, tal como informó en primer lugar Marc Stein, de ESPN.
¿El motivo del castigo? Pedir abiertamente un traspaso que le llevase fuera de Phoenix.
https://twitter.com/ESPNSteinLine/status/641308080848924672
Morris habló sin tapujos de sus deseos de ser traspasado hace unas semanas en una entrevista para el Philadelphia Inquirer.
Este no es un caso aislado, ya que la NBA tiene por costumbre multar a todos aquellos jugadores que pidan, siempre que sea públicamente, ser llevados a otras franquicias.
Difícil
La situación se antoja complicada, ya que ni el jugador parece tener intención en ceder sus pretensiones de marcharse, ni los Suns quieren negociar movimiento alguno.