Aquellos Warriors de 1947, primeros campeones de la NBA (BAA)

En la segunda mitad de la década de los 40, en plena postguerra mundial, el baloncesto distaba mucho de ser uno de los deportes principales de los Estados Unidos. Eran los días de la supremacía del béisbol, del hockey hielo y del fútbol americano, como disciplinas de equipo, y del boxeo, como espectáculo individual. Es cierto que antes de la II Guerra Mundial (1939-1945), el basket había alcanzado cierto desarrollo dentro de la vida semiprofesional o, sobre todo, en el mundo universitario. Competiciones como la ABL, un torneo que se extendió durante 30 años (1925-1955) o la NBL, pequeña rama sobre la que se fundó la NBA en 1949, habían dado cierto fuste al baloncesto. Pero el conflicto bélico limitó las plantillas profesionales de todos los deportes de conjunto y el baloncesto no fue la excepción.

Al regreso de la contienda, con el estado de bienestar y la implantación del concepto de clase media como motores de la sociedad estadounidense, la necesidad de ocio y divertimento, tras los lejanos años de la Gran Depresión y los más recientes de la II Mundial, era un hecho. En ese contexto de bates, balones ovalados y palos de hockey se intentaba colar el mundo de la canasta. En 1946, basada en una idea original del propietario del Boston Garden, que deseaba dar más uso a su pabellón, se creó la BAA (Basketball Association of America), el germen inicial de la NBA. Bajo esa denominación de BAA, lo que hoy es la mejor competición del mundo del baloncesto vivió tres temporadas iniciáticas. Después, en 1949, la BAA absorbía a la citada NBL y se creaba la NBA. No obstante, para los registros históricos, tanto los tres títulos celebrados con el nombre de BAA (1947, 1948 y 1949) como las dos ediciones del Draft (1947 y 1948) son reconocidas como parte de la NBA y así figuran.

Los primeros campeones

Por ello, cuando se habla de los cuatro anillos que poseen los Golden State Warriors hay que sumar en esa cuenta el de 1947, el primero de siempre en la NBA, en un basket prehistórico, de viajes en autobús, trenes de mercancías y carreteras polvorientas, dentro de una América que retrató Jack Kerouac en su formidable ‘En el camino’. 

Esos Warriors no estaban en Oakland ni en San Francisco, sino que su ubicación original era Philadelphia, donde habían sido fundados en 1946. Junto con los Knicks y los Celtics, representan las tres únicas franquicias que perviven desde esa primera campaña 1946/47, aunque sólo en Boston y en New York han mantenido su localización habitual. Los Warriors cambiarían de casa a principios de los 60, tras ser vendidos por Edward Gottlieb, y trasladado el equipo a San Francisco.

Gottlieb había sido el primer entrenador de los Philadelphia Warriors y el general manager de esa plantilla que ganaría la BAA en 1947. Cuando asumió la gerencia de aquellos Warriors, su amor por el baloncesto estaba contrastado. Fundador en 1917 de los Philadelphia Sphas, digamos que una precuela de esos Warriors, jugó hasta 1925 en un plantel que fue de los mejores ese periodo previo a la BAA, donde el baloncesto se movía entre ser un deporte de salón y de exhibición (véase la creación de los Harlem Globetrotters) o convertirse en algo más competitivo. Los Philadelphia Sphas fueron uno de los dominadores de los torneos amistosos y ligas locales en los que tomó parte, y posteriormente fueron los jefes de la ABL, que conquistaron en nueve ocasiones.

Decíamos que ese baloncesto de postguerra distaba mucho de ser un sustento vital. Incluso la BAA-NBA no representaba, en sus años de toma de contacto, un torneo que garantizase a todos los jugadores los mejores sueldos. Hubo varios casos, hasta bien entrada la década de los 50, de tipos que amasaron más dinero en otros torneos privados diferentes a la propia NBA.

Los Warriors y otros diez equipos dieron inicio a la BAA. El 1 de noviembre 1946, los Knicks y los Toronto Huskies celebraban en Canadá el partido inaugural de la competición, el primer partido del maravilloso relato de la NBA, que se ha extendido durante casi 71 años ya. El 7 de noviembre, los Warriors debutaban ante los Pittsburgh Ironmen, donde jugaba Press Maravich, padre de Pistol Maravich. Hubo victoria para los Warriors, liderados por Joe Fulks, la primera gran estrella de la BAA-NBA, el anotador del momento, el hombre que sí pidió cheques de miles de dólares a Gottlieb para enrolarse en los Philadelphia Warriors. Y Gottlieb se los dio, porque quería para él al tipo que había sido All-American con Murray State, al tipo que había deslumbrado en el equipo de la marina y por el que se pegaban los principales equipos del mundo de la canasta de los Estados Unidos.

Fulks debutó con 25 puntos, primera muestra de que lo que era capaz en un tiempo donde no existía MVP.  A lo largo de 60 partidos de Liga Regular, los Warriors fueron explorando la prehistoria de la BAA, de la NBA y de la Conferencia Este, donde terminaron segundos con un balance de 35-25. Esos Warriors jugaban en el Philadelphia Arena, finiquitado en 1983 por un sospechoso incendio, y que sin embargo que ya había bajado su uso y popularidad en los 60, debido a la construcción del legendario Spectrum.

Pero en los 40, el Philadelphia Arena vivía su madurez, su cuarto de siglo de vida (fue erigido en 1920) y sobre esa pista, en el baloncesto sin línea de tres y sin reloj de posesión, en una BAA sin apenas jugadores negros, Fulks pervivió hasta 1952, cuando decidió retirarse a los 32 años. Su historia posterior es dramática y algún día volveremos sobre ella, pero en lo que se reduce a 1946/47, él fue el dueño y señor de la BAA, que conquistó con unos promedios de 23,1 puntos por partido de Temporada Regular, convirtiéndose por primera y única vez en el máximo anotador de la BAA-NBA, a pesar de que en otras campañas pudo firmar mejores promedios. Hay que señalar que si esos 23,1 tantos ya son buena producción en la NBA actual, imaginen lo que serían en 1947, cuando los Warriors apenas promediaron 68 puntos por noche en regular season.

Los Knicks, en playoffs

Tras ser subcampeones del Este, superados por los Washington Capitols, los Warriors sufrieron para derrotar a los Sant Louis Bombers en la primera ronda de los playoffs. En un torneo con sólo once equipos, casi todos ya desaparecidos cuando entraba la década de los 50, únicamente seis planteles accedían a las eliminatorias por el título. Los segundos y terceros clasificados del Este y del Oeste se cruzaban entre sí y los ganadores de ese envite de cuartos al mejor de tres partidos, en este caso los Warriors y los Knicks, se veían en las semifinales. Mientras, por el otro lado, los ganadores de la Liga Regular del Este y del Oeste se chocaban en la otra semifinal.

Así que tras ganar al tercero del Oeste, los Sant Louis Bombers, por 2-1, los Warriors dieron buena cuenta de los Knicks (2-0). Los Capitols y los Chicago Stags, triunfadores del Este y del Oeste, respectivamente, dirimieron la otra serie para acceder las Finales. Ganaron los de la Ciudad del Viento por 4-2, porque en su caso, al no haber competido en cuartos de final, la serie se iba al mejor de siete duelos. Curioso e inconcebible nada de esto hoy día. Eran otros tiempos.

Las primeras Finales

El 16 de abril, en el Philadelphia Arena, comenzaban las primeras Finales de la historia de la NBA. Los Warriors abrieron la fiesta con 37 puntos de Fulks. La primera victoria, en casa, tuvo su repetición un día después, el 17 de abril, un back to back en toda regla impensable ahora en 2017. Los Warriors volverían a someter a los Stags (85-74). Con 2-0, la serie se trasladaba a Chicago, casi sin pausa. Así, el 19 de abril los Stags caían y casi se despedían del campeonato. Sobrevivieron con un triunfo estéril, el 20 de abril, para tirar un poco más de la cuerda de las Finales y colocar el 3-1, merced a un ajustado 74-73.

Tras cuatro enfrentamientos en cinco días, y un viaje Philadelphia-Chicago de por medio, la serie regresaba a la Ciudad del Amor, donde Fulks quiso sellar todo por la vía rápida. Jumping Joe cerró la historia, el relato de esa primera campaña, el 22 de abril de 1947. Con 34 puntos en el quinto y decisivo partido (83-80), Fulks, Gottlieb y los Warriors se coronaban como los primeros ganadores de la NBA.

Ahora, 70 años después, todos los integrantes de aquella entidad ganadora ya han fallecido. El último en hacerlo fue Jerry Rullo, el pasado 21 de octubre, a menos de una semana del inicio de la temporada 2016/17, la misma que puede ver a los Warriors como campeones otra vez, como lo fueron en 1956 (todavía en Philadelphia), en 1975, en 2015 y, por supuesto, en 1947. Ahí empezó todo, para los Warriors, para la NBA y para los que amamos este deporte.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.