Un Big Three en las últimas: la razón por la que Paul dijo ‘no’ a los Celtics

Nos remontamos seis temporadas atrás. Verano de 2011. Los New Orleans Pelicans avisan que Chris Paul está en el mercado. La NBA entera se puso en bangueran, pues hacerse con el mejor playmaker de la NBA en aquel momento, era una posibilidad real. Todos conocemos ya al detalle el traspaso que la Liga no quiso que sucediera -a Lakers- y el que se produjo después -a Clippers-.

Obviamente, las dos franquicias de las Los Ángeles no fueron las únicas que se interesaron. Medio Estados Unidos lo hizo; entre ellos, Golden State Warriors y Boston Celtics. Hoy sabemos, gracias a Adrian Wojnarowski, porqué las negociaciones se cortaron casi de inmediato. El propio Chris Paul advirtió a ambos equipos de que, en caso de que el traspaso se produjera, él no renovaría con ellos a la larga —en 2012 Paul disponía de una opción de jugador por 17,8 millones de dólares—.

Los Celtics de 2011

Los Warriors por aquel entonces eran un proyecto incompleto y que acumulaba varias campañas sin clasificarse para playoffs.

A los Celtics, por el contrario, no podía irles mejor: desde 2007, no conocían otra plaza que no fuera la del liderazgo al termino del curso regular. Estaban todavía en pleno apogeo; justo un año antes habían caído en las Finales de la NBA ante los Lakers. Y todo merced a un cuarteto fantástico; tres estrellas consolidadas —Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen— y un joven point guard que manejaba los mejores registros pasadores de la liga —Rajon Rondo—.

Pues bien, el plan de Boston era precisamente mandar, como pieza principal, a Rajon Rondo a New Orleans, a cambio de hacerse con los codiciados servicios de Chris Paul. Hemos dicho que Paul avisó que no habría renovación, y el motivo era tan atrevido como realista: su Big Three, Pierce, Allen, Garnett, en opinión del base, estaba a punto de entrar en su fase de decadencia.

Tras tantos años en lo más alto de la élite, la época dorada de una terna histórica se acercaba a su crepúsculo. Veamos sus edades. En 2011 Pierce tenía 34 años, Garnett 35 y Allen 36. De hecho, visto su rendimiento hasta entonces, estaban envejeciendo demasiado bien.

Apenas una temporada después empezaba a desgajarse el proyecto. Allen hacía la primera bomba de humo, marchándose a los Heat de LeBron James. Un año después, con los Celtics efectivamente empezando a perder sensaciones, Garnett y Pierce decidían seguir hermanados, esta vez con la camiseta de los Brooklyn Nets; y en Boston arrancaba la reconstrucción.

Bagaje

Leyó bien el futuro a corto/medio plazo en Massachusetts. Pero hoy, Chris Paul sigue sin saber lo que es disputar una Final de Conferencia, mientras los Celtics han reconstruido a ritmo de Age of Empires plantándose en las Finales del Este el pasado mes de mayo, y gozando hoy de uno de los futuros más saludables de toda la competición.

Paul, tras ver su sueño frustrado de un plumazo para con los Lakers, y durante cinco temporadas consecutivas en los Clippers, lo intentará una vez más, en esta ocasión, en los Houston Rockets de James Harden.


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