Celtics: Dwight Howard piensa en verde

Se debería estar hablando más de ello. De la actitud que está tomando una de las más grandes superestrellas de la Liga y de cómo ésta afecta al rendimiento colectivo de su franquicia, lo que irremediablemente se traduce en derrotas. Algunas de ellas, por cierto, del todo deshonrosas.

De Dwight Howard. De los Orlando Magic.

Se debería sopesar con qué vergüenza un jugador que lo representa todo para la franquicia de Florida no deja pasar la oportunidad cada vez que le ponen un micrófono delante para, a veces más directamente, a veces de forma más indirecta, pedir sin remordimiento alguno un traspaso que le haga salir ya de Orlando. Y lo que es peor: al mismo tiempo que predica allá por donde va que no quiere jugar más en los Magic, critica la falta de esfuerzo y compromiso de sus compañeros en pista. ¿Cómo se acepta tal desfachatez?

Que el jugador retire tal petición, que la dirección de la franquicia le diga que no va a ser traspasado (al menos no antes del All-Star Weekend a celebrar, oh! sorpresa, precisamente en Orlando a finales de febrero, como es obvio por razones de marketing), que la franquicia le diga a Howard que mejor estarse calladito en pro del rendimiento actual del equipo y sus esperanzas deportivas a corto plazo, que le traigan refuerzos de calidad (cosa nada fácil, visto el reducido espacio salarial que los Magic poseen), o simplemente que lo traspasen ahora mismo y saquen por él lo máximo que puedan vía intercambio de jugadores. Soluciones hay muchas.

Pero en cambio, de lo que más se ha hablado, se habla y se hablará es de las continuas especulaciones que, inteligentemente lanzadas de forma constante por Howard y su entorno más cercano, sitúan a Superman en no exactamente un número reducido de franquicias. La última, Boston Celtics.

Preguntado recientemente en la CBS por la posibilidad de que, de decidirse Orlando Magic por no mover a Howard del equipo antes de cerrarse el mercado de posibles intercambios (finales de marzo), Danny Ainge (GM de Boston) lance lo que tiene (y lo que no tiene) por Howard el próximo verano, Howard respondió sin titubear (sic): Siempre, siempre, siempre escucharía la oferta de un equipo como este. Otro anzuelo más que flota en las aguas revoltosas de la NBA, a ver si pican.

Pero sucede que, bien pensado, los Celtics quizá sean el mejor de los destinos para Howard.

El center tan solo piensa en ganar y nadie pone en duda que los Celtics son una franquicia ganadora. En su historia reciente, aunque a veces con un éxito más que dudoso, Danny Ainge ha demostrado su voluntad y compromiso por tratar de que lo siga siendo. Y Doc Rivers, quizá junto con Gregg Popovich, es no tan solo uno de los entrenadores más respetados de las NBA sino, también, uno de los mejores.

Si hablamos de jugadores, y a pesar de tener hoy una plantilla demasiado veterana, Boston no está nada mal posicionado para aspirar a otro anillo en un futuro no muy lejano. Paul Pierce, Avery Bradley, Rajon Rondo y Brandon Bass son los únicos jugadores a los que la franquicia tiene comprometidos por contrato cuando esta temporada termine. De estos cuatro, tan solo Paul Pierce ha dejado atrás ya el mejor momento de su carrera. Jeff Green, apartado del equipo para recuperarse de una operación cardiovascular, también será firmado cuando vuelva la próxima temporada.

Así que nos encontraremos este verano ante una situación óptima para la franquicia de Boston: la de tener espacio salarial suficiente como para hacer aterrizar a Howard, más algún (o algunos) buen jugador que le complemente. Las recientes participaciones de los Celtics en los Playoffs deben ser algo que contente a Howard cara a incorporarse a los C’s. Los veteranos jugadores de los Celtics no dominan en la regular season, pero siempre compiten al más alto nivel cuando llega la post-temporada. Problemas de agenda o de egos personales nunca han existido en Boston.

Rondo es el pointguard perfecto a la hora de emparejarse con un jugador como Howard, y tener en el mismo vestuario a Pierce, además de garantizar experiencia en Finales ganadas (algo ausente en Orlando), aligerará la responsabilidad anotadora del todavía center de los Magic. Si no se precipitan los acontecimientos antes del deadline de marzo, los Celtics deben ser capaces de poder construir entorno a Howard un equipo capaz de aspirar, cada año, al anillo.

No menospreciar tampoco el elemento “romántico” de todo esto. La posibilidad de ser el centro de atención permanente en una ciudad de baloncesto como es Boston, y seguir así el camino de centers Hall Of Famers como Bill Russell, Dave Cowens o Robert Parish es una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar.

Los Celtics poseen una combinación única de excelente dirección técnica, fans apasionados, propietarios comprometidos con la victoria, valiosa experiencia, joven talento y el orgullo que siempre ha impregnado su camiseta. Además, la franquicia saldrá a partir de la próxima temporada en los puestos de cabeza en lo que a preparación para aspirar al anillo en un futuro cercano. Así que si lo que realmente quiere Dwight Howard es ganar campeonatos, puede que los Boston Celtics sean el sitio ideal para tal cometido.