Cinco contra cinco: lo mejor y lo peor de la novena semana

Los destacados

JJ. Barea: De todos es sabido que el pequeño jugador puertorriqueño es un anotador compulsivo que siempre ha funcionado como microondas. Su juego es como una montaña rusa en el que puede enlazar varios partidos e incluso temporadas a un nivel muy bajo con momentos y partidos espectaculares en ataque. Su carrera NBA ha dado bandazos por ello. Los equipos dudan en tener a un jugador tan irregular que de vez en cuando explota en anotación. En Dallas Mavericks ha encontrado su hogar y es un jugador querido hasta el punto de que la franquicia apostara por él este verano como pieza importante. Esta semana se ha visto al Barea decisivo con dos victorias en las que ha sido el máximo protagonista. Ha promediado 29 puntos y 8 asistencias en estos dos juegos pero la duda siempre queda ahí y quizás no volvamos a ver su mejor nivel en un tiempo.

Kobe Bryant: Seguro que a Kobe le encantan los homenajes que le dan en todos los campos. Es seguro que se ríe de la competición de los speakers de los pabellones que luchan por hacer de su despedida algo grandioso. Probablemente todos los halagos le gusten. Pero ha decidido no arrastrarse por los campos y acabar su carrera a un nivel más que aceptable. Bryant siempre ha sido un jugador que ha generado amor y odio a partes iguales, y sus críticos salieron con el pecho por delante semanas atrás cuando Kobe rendía a un nivel paupérrimo con los Lakers. Seguramente muchas críticas fueron injustas al tratarse de un personaje tan importante, pero él mismo les está respondiendo. Está promediando esta semana 21 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias, unos números lejos del mejor Bryant pero lejos también de los que estaba haciendo unas semanas atrás. Para más INRI es el jugador más votado para el All Star, abriendo un debate sano en el mundo del baloncesto de si merece o no acudir a la cita de las estrellas. Evidentemente por nivel y estadísticas no, pero muchos piensan que como homenaje debe estar. El debate está abierto.

Marcin Gortat: Al destacar al pívot polaco el nombre de John Wall debería ir unido, ya que el base ha promediado esta semana 15 asistencias por partido y es el que surte de balones al center. Siempre que Wall rinde Gortat cumple. Los Wizards remontan el vuelo poco a poco y todo su roster vuelve a su mejor nivel. Esta semana no han perdido ni un solo partido y en las tres victorias el pívot ha promediado 21 puntos, 12 rebotes y 3 asistencias por partido. Sin duda los Pick and Rolls de la pareja de Washington son de los más destacados en la NBA. Si las lesiones les dan tregua seguramente volverán a estar arriba como cada año.

Karl-Anthony Towns: El “rookie wall” ha llegado para muchos novatos. El ritmo de NBA ya pesa sobre muchos de ellos. En el caso del número uno del draft el bache sólo duró unos días, en los que descendieron sus prestaciones. En su caso, quizás no puede considerarse el muro de los Rockies, sino un simple bajón de juego. Ahora mismo se está saliendo literalmente. En sus últimos cuatro partidos promedia 21 puntos y 11 rebotes. Se afianza cada día más en la primera posición para ganar el premio a mejor novato del año y está liderando una curiosa e importante estadística. Midiendo el PER (Player Efficiency Rating), Towns es el mejor rookie de la historia por delante de jugadores como Shaquille O´Neal, Magic Johnson o LeBron James.

C.J. McCollum: Este es el año de su explosión. Terry Stotts supo administrar su talento el año pasado a pesar de que ya se veía que tenía un nivel descomunal en ataque y muchos pedían más minutos para el escolta. Las numerosas bajas de los Blazers este verano y sobre todo la salida de Batum y Matthews ha dejado hueco a los jóvenes de Portland para que demuestren su valía. Esta temporada ha formado junto a Damian Lillard una de las mejores parejas exteriores de la NBA. Esta semana McCollum tenía el examen de jugar sin Lillard, que se ha perdido los primeros partidos tras varias temporadas sin descansar, y ha aprobado con nota alta. Dos triunfos para los de Oregon con 23 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias por partido para CJ. Por fin estamos viendo al jugador que destrozaba marcadores en NCAA años atrás.

Otros jugadores a destacar: Bismack Biyombo, Chris Bosh, DeMarcus Cousins, Allen Crabbe, Jae Crowder, Anthony Davis, DeMar DeRozan, Andre Drummond, Kevin Durant, Monta Ellis, Pau Gasol, John Wall, Draymond Green, James Harden, Gordon Hayward, Kawhi Leonard, Khris Middleton, Garrett Temple, Nikola Vucevic y Russel Westbrook.

Las decepciones

Eric Bledsoe: Por fin ha fallado uno de los jugadores más regulares del año. Todos los jugadores en la NBA tienen algún bajón en la temporada. Su compañero exterior en Phoenix Brandon Knight lo ha tenido, y esta es la primera semana mala para Eric Bledsoe. Respecto a lo colectivo, penosos días para los Suns con tres derrotas, una de ellas muy dolorosa ante Philadelphia, que sólo habían ganado un partido. Respecto a su nivel individual 7 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias de media, con un 24% de porcentaje en los tiros y un -13 en la estadística de más-menos. Estos números merman un poco sus grandes medias de la temporada pero no empañan la peor de las noticias, su lesión ante los Sixers en el menisco, que puede tenerle fuera de las canchas hasta después del All Star.

Mario Chalmers: Efervescente puede considerarse el efecto de la llegada de Chalmers a los Grizzlies. En la semana de su fichaje protagonizó la parte positiva de esta sección con unos geniales primeros partidos. Pero nada más lejos de la realidad, su buen rendimiento no pasó de esa semana. Ha vuelto el base que llevaba meses pasando desapercibido en los Heat y ya no produce nada positivo en Memphis, que lo que necesita es al Chalmers de sus primeros días. Además de sus estadísticas de la semana, 4 puntos de media en 19 minutos, hay que añadir su expulsión ante Washington con dos técnicas en cinco minutos que no hacen más que mostrar que Chalmers ya no está concentrado en su trabajo.

J.R. Smith: Jugar al lado de LeBron James es relativamente sencillo. El “Rey” requiere de jugadores abiertos a los que poder doblar el balón con sus penetraciones y que encesten tiros desde fuera. Si aceptan ese rol y están acertados en el tiro, sus compañeros brillan en cada partido. El díscolo Smith supo amoldarse la temporada pasada tras llegar de los Knicks y tuvo un genial rendimiento como escudero y triplista. Pero este año no está siendo el mismo y está bajando sus prestaciones, un problema que notan en demasía estos Cavaliers. Esta semana con una victoria y dos derrotas, JR ha promediado sólo 7 puntos, 1 asistencia y ningún rebote en 25 minutos, cifras insostenibles para un jugador como él. Las ventajas de jugar con James pueden convertirse en desventajas si acabas convirtiéndote en un jugador que sólo espera el tiro abierto y encesta de tres. Esperemos que todavía queden partidos del buen JR Smith, ya sea en Cleveland o en otro equipo.

Paul George: La estrella de los Pacers estaba jugando a nivel de MVP de la NBA sorprendiendo a propios y extraños al superar una dura lesión. Pocos esperaban ese juego y ese liderazgo. El problema es que tras ver al mejor George, la gente quiere y desea seguir viéndolo todo el año, pero se sigue demostrando que la temporada es muy larga y es prácticamente imposible mantenerse siempre igual, y es lo que le está pasando a George, que está tendiendo un gran bajón de juego, y que ha llevado a su equipo a un récord negativo esta semana con 12 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 5 pérdidas de su mejor jugador, números muy alejados de los deseados.

Omer Asik: Siguen pasando los años y las temporadas en la mejor liga del mundo, y el pívot turco sigue consiguiendo contratos y minutos, a pesar de no merecerlos. Poco ha importado que haya llegado con más peso del adecuado o que muestre pasividad en el campo, que él sigue siendo el center titular de unos titubeantes Pelicans. Esta semana ha promediado unos pírricos 5 puntos y 5 rebotes y parece que por fin los Pelicans se han dado cuenta de que no aporta ni siquiera la defensa que aportaba otros años y están decididos a darle salida, aunque será difícil endosarle a otra franquicia un jugador que cobra casi diez millones de dólares y que no te promete nada dentro de la pista.


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