Sé que es una contraindicación mencionar las grandes ausencias antes de comenzar con el artículo como tal, pero prefiero ahorrar disgustos. Este texto existe para hablar de traspasos de los que apenas se ha hablado y que creo que cambian o barnizan la opinión que se tendría de los equipo compradores. Digo esto porque Patty Mills, Otto Porter Jr. y Larry Nance, también Jr., no figuran en mi listado. La explicación es sencilla, y es que son tres movimientos que todo analista que se precie ha reconocido como grandes aciertos bajo el radar, lo que hace que dejen de pasar desapercibidos y no tengan hueco en los nombres que hoy os presento. Sin más dilación, comienzo.
No había otra forma de comenzar que haciéndolo con el campeón, se lo han ganado. Los Milwaukee Bucks han protagonizado una agencia libre bastante tranquila con respecto a lo que podría haber sido de no haber renovado a Giannis Antetokounmpo el pasado diciembre y a Jrue Holiday en abril. Pero ambas extensiones también provocan que los de Wisconsin tenga la cuarta escala salarial más alta de la liga y que los impuestos de lujo derivados de ello haya condicionado seriamente las decisiones tomadas en la gerencia. El propio dueño de los Bucks hacía énfasis en ello hablando de la marcha de P.J. Tucker, cuya continuidad habría supuesto un sobreesfuerzo inviable.
Habiendo perdido a una de las caras más visibles del flamante campeón de la NBA, Rodney Hood es el movimiento que equilibra la balanza e invita a pensar que quizás Milwaukee no haya empeorado en líneas generales. Quizás junto a la vuelta de George Hill. Es cierto que el escolta no reemplaza en absoluto el rol de perro de presa defensivo que representaba Tucker, pero sí cubre algunas de las carencias de la plantilla.