La temporada 2020-21 de los Orlando Magic resultó ser un compendio entre numerosas lesiones de diversa gravedad y una serie de importantes traspasos durante el cierre de mercado que echaba el cierre a un prometedor proyecto que nunca llegó a eclosionar.
Toda esta maraña de situaciones y movimientos benefició de manera individual a Cole Anthony. La salida de Nikola Vucevic, Evan Fournier y Aaron Gordon, unido a la grave lesión de Markelle Fultz, permitió que la 15ª posición del draft de 2020 recibiera una importante cantidad de minutos y una dosis de responsabilidad ofensiva nada desdeñable.
Tras esta revolución interna emergería como el segundo jugador con más minutos (27,1) y puntos por partido (12,9) del vestuario tan solo por detrás de Terrence Ross. Entre los novatos —aquellos con un mínimo de 40 encuentros disputados—, tan solo Anthony Edwards, LaMelo Ball e Immanuel Quickley presentarían una mayor tasa de uso. Todos ellos formarían parte de alguno de los dos mejores quintetos de rookies de la temporada. En el caso de Anthony no fue así. Una ausencia justificada por el récord de los Magic (21-51), su acierto en tiros de campo (57º entre un total de 94 novatos) o su diferencial plus/minus (91º).
Para leer este texto completo y acceder a muchas más ventajas suscríbete a Extra nbamaniacs (nbamaniacs.com sin publicidad + podcast + textos especiales + newsletter + chat en Discord con redactores y otros suscriptores)
