¿Cuánto seguir esquivando a Brandon Williams?

Los Mavs pierden, sufren, se atascan y les cuesta un mundo anotar. Y mientras tanto, Brandon Williams, disputando 16,5 minutos de media por partido.

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Por Enrique Bajo

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Que la temporada NBA tenga una duración de 82 partidos, suele jugar una mala pasada. Una falsa creencia: la confusión de que siempre hay tiempo de sobra para reaccionar. Para enderezar el rumbo.

Es por ello que los veinte primeros partidos de RS suelen tomarse con excesiva tranquilidad. Casi como un training camp. Un simulacro en el que el récord es algo a entrecomillar.

Y por ello, a las derrotas, a las malas rachas iniciales, se les suele restar importancia. Las matemáticas no lo hacen: las cuentan por igual.

Y los Dallas Mavericks, un equipo que partía octubre con ilusión y ciertas aspiraciones (no de títulos, sí de pelear por la zona noble de la clasificación) y con diez partidos a sus espaldas, son penúltimos de la Conferencia fuerte, la del Oeste, solo por delante de los calamitosos New Orleans Pelicans.

Y… sí, falta Kyrie Irving. Sí, Copper Flagg necesita tiempo. Sí, Klay Thompson está tan horrible que podría jugar en NOLA. Y sí, falta un bas…

¿Falta un base en Dallas?

Vamos con esto último. Sí, falta un base. Un gran base que dirija el juego con la calidad y solvencia que destilan la mayoría de point guard titulares del circuito. Un nivel en la dirección que D’ Angelo Russell (siempre más combo que point) hace tiempo que dejó de dar, y un papel que a Jaden Hardy, jugador de rachas, le queda grande.

Este problema se sabía desde el verano. Un problema con el que iban a tener que convivir, mínimo, hasta que Irving volviese de su lesión y cogiese cierto rodaje. Pero mientras Jason Kidd entona el All I Want for Christmas Is you y prueba a hacer de Rey Mago con Cooper Flagg, la solución (temporal) podría ni estar tan lejos ni ser tan poco ortodoxa.

Un base haciendo de base. Ni más ni menos. Como aval, basta con darle un poco más de bola a esa vieja confiable: la estadística avanzada.

Esta (son diez partidos… no muchos, tampoco insuficientes) nos dice que hay un jugador que aunque juega, tal vez debería jugar más. Es Brandon Williams. El nombre al que el propio Kidd avisó que iba a cambiarle la fuente a Arial Black, pero que por ahora si destaca, no es por tener la fe ciega de su entrenador, sino por lo que logra hacer en el limitado tiempo que éste le da.

Los Mavericks, a pesar de contar en sus filas con contrastados hombres de ataque como Anthony Davis, Klay Thompson, P.J. Washington, Naji Marshall y el recién llegado Cooper Flagg, son, ahí está el dato, el peor ataque de la NBA. Porque arriba –donde sufren un atasco monumental– el balón circula con la fluidez del tráfico de Mumbai en un día cualquiera.

Un tráfico que experimenta cierta descongestión cuando Brandon Williams está en pista y agarra el esférico.

No están tan lejos

En cambio, están siendo la cuarta mejor defensa (109,9), pero su ineficiencia a la hora de anotar es tan enorme que su solidez atrás no basta para ganar partidos. Porque solidez no es brillantez. Y los Mavs 2025/26 no son los Magic 24/25.

Ni deben aspirar a serlo.

Ocurre, no obstante, que si atendemos al net rating, el conjunto tejano funciona claramente mejor cuando son Hardy y Williams los que están en pista por delante de Christie y Russell. Y no, no hablamos de un intercambio de rol a pelo.

Pero cuando sabes que Russell no va a ser tu playmaker de futuro (directo al banquillo –¿y al mercado de invierno?– en cuanto vuelva Kyrie), tal vez no sea momento de andarse con rodeos ni jerarquías absurdas mientras las derrotas se acumulan en un goteo implacable.

Ayer, para alivio de medio Texas, los Mavs se impusieron a los Washington Wizards por 111-105 en un duelo donde a D’Lo sólo le faltó saltar con una cinta en el pelo en la que se leyese ‘I Hate Mavs’. Fue titular, pero Kidd no pudo aguantarlo más que 17 minutos, ya que en ese tiempo acumuló un net rating de -18, con un 0 de 6 en triples en su habitual boicot a la selección de tiro.

El banquillo salió al rescate, y en particular un Brandon Williams que en 26 minutos se fue hasta los 14 puntos, 6 asistencias, 4 robos y un sensacional +24.

Un paso valiente; un paso lógico

Como contaba Josh Bowe para D Magazine en el mes de agosto, Williams fue de lo poco memorable que hubo en Dallas en los meses siguientes a la salida de Luka Doncic.

En el que fue su tercer año en la NBA, firmó los mejores números de su carrera aprovechando la lluvia de bajas que obligó al técnico a incluir en la rotación al último de la fila. En 33 partidos, promedió 8,3 puntos, 2,3 asistencias y 1,8 rebotes en 14,8 minutos por encuentro. Tras del All-Star, sus estadísticas se dispararon: 14,6 puntos por partido con un 54,8% en tiros de campo y un 39,5% en triples.

Williams mostró ser muy capaz de encestar de manera frecuente, diversa y eficiente: metió el 48,6% de sus triples en catch and shoot y anotó la mitad de sus puntos desde el interior de la pintura. De los 188 lanzamientos a canasta de Williams en la 2024-25, casi la mitad de ellos fueron en el área restringida; un exterior con una capacidad sobresaliente para sajar defensas y crearse su propio tiro cerca del aro.

El siguiente paso, para crecer como jugador, debería ser exprimir esa capacidad innata de generarse tiros y usarla para crear tiros de calidad para que anoten otros: sus compañeros. Algo que la falta de minutos y automatismos con sus compañeros en este arranque de curso le impide, por ahora, llevar a ese escalón superior.

Y, sin embargo, se las apaña para ser, si no diferencial, un factor positivo en unos Mavs donde urge invertir la tendencia antes de que pierdan una costumbre que luego cuesta horrores recuperar: la costumbre de ganar.

Dallas Mavericks 2025-26 (Stats Avanzadas)

JUGADORPMINOFFRTGDEFRTGNETRTGTS%USG%
MOUSSA CISSE69.2102.589.313.361.215.7
JADEN HARDY911.1105.897.78.152.419.0
BRANDON WILLIAMS816.5104.898.66.251.924.2
DERECK LIVELY II316.9110.999.211.874.312.2
CALEB MARTIN8986.6100.0-13.438.110.3
DWIGHT POWELL910.2104.4105.2-0.973.110.1
KLAY THOMPSON92091.5107.3-15.842.119.7
NAJI MARSHALL1024.5101.7108.3-6.659.815.5
P.J. WASHINGTON1033.9101.1108.7-7.652.820.8
ANTHONY DAVIS529.9102.5109.3-6.858.727.8
MAX CHRISTIE1029.9109.0111.2-2.265.515.6
COOPER FLAGG1032.599.0111.8-12.849.520.7
D’ANGELO RUSSELL1021.6105.2112.1-6.949.128.1
DANIEL GAFFORD519.6104.9113.6-8.776.813.7
RYAN NEMBHARD59100.0120.0-20.049.019.3

(Fotografía de portada de Geoff Burke-Imagn Images)

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