Cuando Russell Westbrook y Kevin Durant se torturaban contando derrotas desde fuera –3-12 se llegaron a poner los Thunder–, pocos presagiaban unos Playoffs sin Oklahoma y, claro, sin el vigente MVP de la competición. Por mucho que perdieran, recuperarían terreno hasta mitad de abril.
Ni mucho menos la puerta se ha cerrado todavía, pero está empezando a entornarse. Y los Thunder siguen sin tocar con los dedos la sensación de acabar entrando en la postemporada.
Desde que el equipo de Scott Brooks consiguiera estabilizar su ratio victorias/derrotas, el 18 de enero llegando a 20-20, el récord de los Thunder ha vuelto a caer a valores negativos en dos ocasiones. Actualmente, está situado en 23 victorias y 24 derrotas, después de dos resbalones seguidos ante Knicks y Grizzlies. Lo peor no es la numeración, lo es la sensación de vértigo que parece invadir a los Thunder cuando se acercan a puestos de honor, de obligación en su caso. El mal del altura.
Más de un mes
Así, el mínimo esperable para los Thunder, el octavo lugar del Oeste, queda ahora mismo a cinco partidos de distancia —Phoenix marcha 28-21–. Trecho relativo teniendo en cuenta que restan más de dos meses de competición regular. No obstante, Oklahoma lleva manteniéndose a la misma, o superior, distancia con los Suns desde hace más de un mes.
El 31 de diciembre del 2014, por ejemplo, los Thunder ponían su contador en 16-17, y los Suns en 18-16. Pero, más de un mes después, la distancia no ha menguado, sino que ha aumentado.
Entonces, con la losa que les impide prosperar una vez se acercan al octavo puesto, ¿podrá el equipo que lideran Durant y Westbrook jugar los Playoffs 2014-15? O se quedará el actual rey individual de la liga sin eliminatorias por el título…