El primer Zion vs Luka

Escribo estas líneas mientras un cosquilleo se apodera de mis dedos. No estamos en las Finales de la NBA ni hemos presenciado ninguna exhibición jordanesca. Pero ha sido una noche especial. Hemos sido testigos del primer duelo oficial entre Luka Doncic y Zion Williamson. Una gran parte del porvenir de la liga, frente a frente. Y no ha defraudado. Mientras, los jóvenes Grizzlies de Ja Morant abusaban sin piedad de los Nets y Colin Sexton y Jayson Tatum protagonizaban un bonito duelo en Cleveland. El futuro, amigos, ya está aquí.

Las dos caras de un mismo futuro

Mavs 127 – Pelicans 123. No existe una aparente rivalidad entre Zion Williamson y Luka Doncic. No todavía, al menos, pese a lo vivido esta madrugada. Tan solo un tímido intento por parte de los medios de comunicación de equiparar a dos de los jugadores llamados a reinar en la NBA durante la próxima década. No existe un generalizado “Zion contra Luka”, de la misma manera que el “Zion contra LeBron” o el “Luka contra Trae” copa numerosos titulares de la prensa. Una relación más acorde a las posiciones de unos y otros en la cancha.

No defraudó el partido que midió a dos de las grandes estrellas emergentes de la competición. Porque definir a Luka y Zion como el futuro de la liga no es suficiente para otorgar un completo reconocimiento a lo que están logrando ya a sus 21 y 19 años de edad respectivamente. Son súper estrellas y ondean la bandera de salvador y esperanza de sus franquicias, mientras son adorados por los aficionados, no solo de sus respectivos equipos.

Mavericks y Pelicans nos regalaron uno de los partidos más espectaculares y vibrantes de la temporada. Un duelo que tuvo que decidirse en la prórroga. No podía ser de otra forma. Doncic marcó su territorio bastante pronto, con un triple en la cara de Zion en el ecuador del primer cuarto. Avisaba el esloveno de sus intenciones y así se completarían al final del encuentro. El sophomore sumó 30 puntos, 17 rebotes y 10 asistencias para convertirse en el jugador con más triples-dobles en la historia (22) de los Mavericks tras superar a Jason Kidd. Tan solo 122 partidos ha necesitado para escribir su legado en Dallas. No fue su mejor noche (un 45% en tiros de campo, siete pérdidas, errores defensivos y un -5 en pista), por supuesto, pero el Novato del Año de 2019 demostró una vez más estar preparado para asumir la responsabilidad en los momentos calientes y hacer de los Mavericks un equipo muy competitivo.

Un testigo que aspira a recoger Zion este mismo año. Quizá sea tarde, demasiado, a causa de una lesión que le privó de completar los primeros meses del curso y unos últimos resultados que sitúan a los Pelicans a cinco partidos de Memphis (se han complicado mucho las opciones de New Orleans esta semana). Aún así, no falto el ex de Duke (21 puntos, 6 rebotes) a su cita de partidos consecutivos anotando al menos 20 puntos. Ya son 13 seguidos, algo que ningún novato conseguía desde que Blake Griffin lo lograra en 2011.

Un temperamento y una energía que todavía precisan de pulimento y control. Si eres amante del box score, olvídalo por un momento. Ningún jugador ha sabido defender a Williamson en el cuerpo a cuerpo como lo hizo Maxi Kleber hoy. El alemán estuvo muy rápido para frenar sus acometidas y la ayuda de Porzingis fue vital para embotellar a Zion, quien sufrió en sus carnes algunos de los diez tapones que sumaron entre ambas torres. La bestia estuvo muy lejos de ser esa fuerza imparable de la naturaleza de partidos anteriores. El silencio que siempre precede a la tormenta.

Me acordaba de las palabras de Tim Duncan hace apenas 48 horas. “Es como el día y la noche”, explicaba después de ocupar el puesto de head coach ante la ausencia de Popovich. Un contexto completamente distinto pero cuya narrativa implícita puede ser utilizada en este caso. Con sus luces y sus nombres, tanto Luka como Zion nos han regalado un bonito duelo de bienvenida. El futuro de la NBA es de ambos, aún siendo tan diferentes en concepto y forma. Una mole de casi 130 kilos de peso ante la estilizada figura del esloveno. Un All-American frente a la perla que dominó Europa. Zion aplasta y conquista cuando quiere, a base de fuerza. Doncic, por su parte, seduce con su elegancia y aniquila en silencio. Ambos son las caras de una misma moneda que aspira a adueñarse de la mejor liga de baloncesto del planeta.

Por cierto, numerazos de otros jugadores en este partido: Porzingis 34 puntos, 12 rebotes, 5 tapones; Ingram 27 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias; Lonzo Ball 25 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias con 7/11 en triples.


Memphis abusa de los Nets antes de la cuesta de marzo

Nets 79 – Grizzlies 118. Ja Morant y compañía estuvieron a la altura de las circunstancias en una noche donde las cosas se pusieron de cara para que los Grizzlies (31-31) tomen aire antes de enfrentar un último mes muy complicado. Porque si, los de Taylor Jenkis se mantienen firmes en la octava posición del Oeste, pero su calendario hasta final de temporada es el más difícil de toda la NBA según el portal Tankathon. Mientras, el de sus más próximos perseguidores, Blazers (28-35), Kings (27-34), Spurs (26-34) y Pelicans (26-36), es mucho más asequible. Tocará sufrir y disfrutar con su juego, a partes iguales.

Los Grizzlies ganaron la batalla en la pintura. Los Nets no supieron imponer su mayor cantidad de centímetros en el juego interior pese a las ausencias de Jaren Jackson Jr. y Brandon Clarke en el bando contrario. Entre Jonas Valanciunas y Gorgui Dieng (sí, el mismo que deambulaba hasta no hace mucho por Minnesota) se merendaron a Jarrett Allen y DeAndre Jordan para ganar la batalla por el rebote (59-42).

El cansancio de los Nets. Los de Kenny Atkinson pagaron el esfuerzo realizado 24 horas antes para tumbar a Boston. En aquel partido lograron remontar con 51 puntos en el último cuarto, casi los mismos que sumaron esta madrugada ante Memphis en los tres últimos periodos (56). Faltaron piernas, intensidad y regularidad. El 33,3% de acierto en tiros de campo y el 16,7% en triples es la clara evidencia de ello. En el último cuarto apenas pudieron anotar cuatro canastas.

Shot chart del 4º cuarto. Gris, los Grizzlies. Negro, los Nets.

Tenemos que hablar de Josh Jackson. ¡Pero en el buen sentido, hombre! Otro buen partido de un jugador que había quedado marginado por su conducta y pasotismo. Se lanzó tras varios balones sueltos, mostró destellos de una gran explosividad defensiva y lideró la anotación de su equipo con 19 puntos en 17 minutos y un 44% de acierto en triples. En los últimos ocho partidos promedia 12,3 puntos. Una cifra que puede resultar poco asombrosa por sí misma, pero que resulta una grata sorpresa considerando que no se esperaba demasiado de él. Su tiempo en la Liga de Desarrollo puede haberlo ayudado a madurar y, por un módico precio, su futuro puede seguir ligado a la ciudad de Memphis.

Ja Morant y su descaro. Probó suerte sobre Anthony Davis hace un par de días y esta madrugada nos volvió a regalar otro espectacular intento que no pudo culminar por poco. El rookie firmó una completa actuación con 15 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias en los 29 minutos que estuvo en pista.

La barrera de los 100. Los Nets firmaron esta madrugada su peor anotación del curso, empeorando los 82 tantos anotados el 26 de diciembre ante sus vecinos Knicks. Su promedio anotador es de 110,4 puntos por partido y cuando la cifra cae de la centena el resultado es devastador, con un balance de ocho derrotas en ocho partidos. Entre los jugadores exteriores, tan solo Kyrie Irving (quien apenas ha podido jugar por lesión) y Joe Harris presentan un acierto en tiros de campo superior al 42%. Una inconsistencia ofensiva en la que hallar una explicación a muchos de los males del equipo.

Empieza lo difícil. Lo comentábamos antes y no bromeábamos. A los Grizzlies les esperan unas semanas muy exigentes. En los próximos 15 encuentros tendrán que medirse en dos ocasiones a Toronto, otras dos con Dallas y una a Celtics, Jazz, Thunder y Bucks. Además, se verán las caras ante rivales directos por una plaza en playoffs: Spurs, Blazers y Pelicans. Ante estos últimos disputarán dos partidos consecutivos los días 22 y 25 de marzo.


Resto de partidos

Bucks 119 – Pacers 110. Giannis Antetokounmpo firmó su séptimo partido de la temporada con, al menos, 25 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias. Desde 1976, ningún otro jugador ha logrado firmar unos números similares en más de dos ocasiones en un mismo curso. Una nueva demostración de su insultante superioridad ante la que los Pacers no hallaron ningún tipo de respuesta. Atentos al siguiente gráfico.


Pistons 107 – Thunder 114. “Con Shai tenemos un chaval con un potencial increíble que ciertamente ha dado un gran salto de su año de novato a su segundo año. Tiene un gran, gran futuro por delante”. Con estas palabras definiría Billy Donovan a su pupilo después de que este mantuviera a flote a los Thunder con 13 puntos en nueve minutos en el tercer cuarto. Gilgeous-Alexander encadena 36 partidos consecutivos firmando dobles dígitos en anotación, con un promedio de 20,5 puntos por encuentro.


Knicks 104 – Jazz 112. No sabemos si culpar a la alarma generalizada por el coronavirus al dato que afirma que los Jazz son el segundo equipo que menos aforo visitante atrae a los partidos o al boicot al equipo anunciado por Spike Lee, pero lo cierto es que el Madison Square Garden lució mucho más vacío que en otras ocasiones. Los 73 puntos combinados de Randle, Payton y Portis no fueron suficientes para frenar a los de Salt Lake City y los cánticos de “¡Vende el equipo!” se repitieron en el último cuarto. Algunos aficionados, incluso, fueron expulsados por la seguridad del recinto. ¿Hasta cuándo, Dolan?


Cavaliers 106 – Celtics 112. En apenas cuatro partidos, Collin Sexton ha igualado su career-high en una ocasión y lo ha superado en dos. El lunes ante Utah se fue hasta los 32 puntos, superando los 31 que le había endosado el viernes a los Pelicans. Esta madrugada rompió nuevamente su registro ante Boston, con 41 puntos. Así, se ha convertido en el tercer jugador en la historia de los Cavs en registrar un partido de 40 puntos antes de cumplir 22 años, uniéndose a LeBron James y Kyrie Irving. 

Curiosamente (o no tanto) estas dos últimas actuaciones han coincidido con una lesión de Darius Garland, con quien parece no congeniar del todo. Todo muy bien hasta que apareció el nuevo salvador de los Celtics. Sin Kemba, Jaylen ni Hayward, Jayson Tatum fue la gran figura no solo con sus 32 puntos, sino también firmando una gran labor defensiva.


Wolves 115 – Bulls 108. Primera victoria de la temporada para los lobos en back-to-back. Cientos de detalles por pulir, pero desde los traspasos por D’Angelo Russell, Malik Beasley y compañía, los Wolves se han convertido en el segundo equipo que más puntos anota por partido (120,9) tan solo por detrás de New Orleans. ¿El secreto? El mayor ritmo de toda la NBA desde el 5 de febrero. Velocidad y anotación compulsiva mientras esperan por Karl-Anthony Towns.


Heat 116 – Magic 113. Los Heat tumbaron a Orlando en el duelo de Florida estableciendo un nuevo récord de franquicia en triples anotados, con 22 aciertos en 44 intentos. Nueve de ellos llevaron la firma de Duncan Robinson. El alero anotó sus 27 puntos desde el perímetro. Ningún intento de dos puntos, todos ellos, doce, desde más allá del arco.

Robinson cumplirá 26 años el mes que viene y de momento solo dos jugadores en toda la historia de la NBA han realizado más partidos de al menos 9 triples en una temporada que él (lleva tres partidos de al menos 9 triples en 2019-20): Stephen Curry y James Harden. Ojo a su evolución porque está lanzando triples con una efectuada del 43,8% en su segunda temporada en la liga.


Blazers 125 – Wizards 106. Cuando el equipo no acompaña las cosas no funcionan. En el caso de los Blazers fueron suficientes los 93 puntos combinados aportados por Lillard (quien regresaba tras una lesión), McCollum, Carmelo y Whiteside. El banquillo tan solo sumó 17, muchos menos que los 26,6 puntos por partido que promedia este curso, el peor registro de toda la NBA. En el otro lado de la balanza está Washington. Su unidad reserva es la segunda más prolífica de la competición con 50,3 puntos por velada. Esta madrugada estuvo un poco por debajo de su rendimiento habitual, con 41. El problema es cuando (una vez más) es Bradley Beal el único que tira del carro. El escolta, con 29 tantos, fue el único jugador del quinteto inicial capaz de superar los 11 puntos.


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