La franquicia
Los texanos saben que su momento se puede acercar. Compitieron durante buena parte de la 2018-19 para estar en la zona noble del Oeste. Y aunque acabaran algo hundidos, con un balance de 33-49 y muchas derrotas a partir de la segunda mitad del curso, hubo grandes flashes para ellos. El mayor, el de Luka Doncic, Novato del Año y arma auténtica de unos Mavericks que prometen, que caminan fijos en un proyecto alrededor de la perla eslovena y de Kristaps Porzingis, traspasado desde New York y otra de las bisagras que deben sostener la idea macerada de Rick Carlisle. Una idea que se acerca a su conjunción, en el primer año post Dirk Nowitzki.
Movimientos
Las renovaciones de J.J. Barea, Maxi Kleber, Dorian Finney-Smith y Dwight Powell aseguran a Carlisle piezas conocidas para acompañar a Doncic y a Porzingis. El letón, que no ha debutado todavía con Dallas debido a su grave lesión de rodilla producida en enero de 2018, llegó a los Mavericks en enero del año siguiente todavía preso de los problemas que un tipo de lesión así deja. Que Dallas haya decidido darle un contrato por el máximo, esto son casi 160 millones de dólares por cinco cursos, a un jugador que no ha debutado todavía representa claramente la confianza que tienen en que el ala-pívot báltico sea otro de los grandes nombres del presente y del futuro de la franquicia. La apuesta ha sido clara pues por renovar lo que había servido y darle galones de líder a Porzingis y a Doncic.
El fichaje desde Memphis de Delon Wright, el regreso de Seth Curry, que ha hecho caja tras su buen curso en Portland, sobre todo a partir de los playoffs, y el añadido de un perfil casi en extinción pero muy útil como el de Boban Marjanovic, arrojan un trabajo preciso, sin grandes volantazos. Una ruta en la que mandan los Doncic y Porzingis.
Fichajes frustrados
No consiguieron a dos perlas del mercado, pero tampoco hay que dramatizar. Dallas se interesó durante mucho tiempo por Kemba Walker. Un gusto por el ahora jugador de los Celtics que se remontaba incluso a 2018. Sonó su nombre asociado a los Mavericks pero pronto Kemba eligió la opción de ser el mandamás de Boston. Otra pieza, aunque de menor rango que Walker, como la de Khris Middleton estuvo en el punto de mira de Dallas. Sin embargo, renovó con los Bucks.
Plantilla
Bases: Luka Doncic, Delon Wright, J.J. Barea, Jalen Brunson
Escoltas: Tim Hardaway Jr., Seth Curry, Courtney Lee, Antonius Cleveland (contrato dual), Josh Reaves (contrato dual), Dakota Mathias (contrato de training camp).
Aleros: Dorian Finney-Smith, Justin Jackson, Ryan Broekhoff.
Ala-Pívots: Kristaps Porzingis, Dwight Powell, Maxi Kleber.
Pívots: Boban Marjanovic.
Directiva y cuerpo técnico
“No news is good news”. Podemos aplicar este dicho a la estructura de las oficinas de los Mavericks, donde manda Mark Cuban desde inicios de siglo y donde Donnie Nelson se encarga de las labores de General Manager desde hace más o menos el mismo tiempo. Y que todo siga igual, también en los banquillos, con Carlisle ya una década — y un anillo— en la banda. Aguas tranquilas en ese sentido en Texas.
Objetivos
¿Hablamos de playoffs? En una escuadra que cuenta con Porzingis, cuando vuelva sano, con Doncic, con Tim Hardaway Jr., con Seth Curry… Será el tiempo y la propia competición la que vaya diciendo si estos Mavericks están ya listos o no. Pero por encima de ello, la 2019-20 debe ser la puesta en marcha de un proceso que trabajado a través de la dupla Doncic-Porzingis debe tener a partir de octubre su puesta de largo. Una cosa está clara y lo ha garantizado Dallas más o menos en los últimos cursos, por encima de las declaraciones aquellas de Cuban de dejarse perder: suele ser una franquicia que compite la mayor parte de curso. No duden que lo hará ahora también. Luego, lo que venga, sin exigencias mayores a corto plazo, bienvenido será.
(Fotografía de portada: Abbie Parr/Getty Images)