Aunque las cartas no quedan totalmente descubiertas hasta que Adam Silver llame sus nombres, no hay muchas dudas a estas alturas de que Ben Simmons será el número 1 del draft por Philadelphia, y Brandon Ingram en 2º por los Lakers, confirmando los prónósticos de los últimos meses. ¿Por qué los 76ers consideran a Ben Simmons como su mejor opción? ¿En qué terreno Ingram puede discutirle su condición de mejor jugador del draft? Antes de que se encuentren en las canchas de la NBA, enfrentamos sus virtudes y defectos.
Control balón
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Si hay un terreno en el que Ben Simmons puede marcar una época en la NBA es su habilidad para controlar la bola pese a sus 2’08 de altura. Puede ser exagerado verle de base de forma habitual, pero su capacidad y velocidad para subir el balón al contraataque tras un rebote defensivo debería generar muchos puntos fáciles para su equipo en la NBA. Brandon Ingram no es en absoluto manco en este departamento, pero Simmons es sencillamente especial.
Ventaja: Ben Simmons.
Adaptabilidad
Las virtudes de Brandon Ingram, especialmente su capacidad de tiro, le convierten en un jugador fácilmente encajable en cualquier rotación incluso si no tiene el impacto de marcar diferencias desde su primer partido en la NBA. Para Ben Simmons puede ser mucho más complicado. Sus características de juego son únicas en la NBA, pero a la vez sus fundamentales defectos (presencia interior y tiro) pueden condenarle al ostracismo si se pretende utilizarle como un «4» tradicional.
Ventaja: Brandon Ingram
Tiro exterior
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Quizás el gran motivo por el cual Brandon Ingram puede discutirle la condición de mejor jugador del draft a Ben Simmons. En una NBA que valora cada vez más el triple, Brandon Ingram puede marcar diferencias. Sin ser meramente un especialista, su 41% de acierto desde fuera del arco en NCAA le permite considerar el lanzamiento exterior como un arma extra en su arsenal de la cual Ben Simmons carece hoy por hoy por completo (solo 3 intentos en 2015-16).
Ventaja: Brandon Ingram.
Defensa
Los interminables brazos de Ben Simmons y el pulido control que tiene sobre su cuerpo le convierten en un jugador potencialmente letal en defensa, tanto en el uno contra uno como a la hora de interceptar pases rivales. Por contra, Brandon Ingram sufre bastante más con el contacto, particularmente por un físico más frágil. Su voluntad de ganar músculo será fundamental para no sufrir ante jugadores más corpulentos.
Ventaja: Ben Simmons.
Actitud
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La segunda mitad de la pasada temporada universitaria fue especialmente dolorosa para la reputación de Ben Simmons. Problemas académicos le dejaron en algún partido en el banquillo y su compromiso con LSU, un equipo universitario que todo sea dicho hizo aguas por todas partes, fue puesto en duda. Sus reticencias para reunirse con los equipos candidatos a draftearle tampoco está ayudando a mejorar su imagen. Por su parte, Ingram fue durante su año en Duke un favorito de Mike Krzyzewski por su calidad, pero también por su ética de trabajo, algo que jugará en su favor.
Ventaja: Brandon Ingram.
Pase
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Incluso aunque su próximo equipo prefiera no abusar de Ben Simmons como director de juego, su visión de juego puede ser perfectamente utilizada desde el poste alto o entrando a canasta para distribuir a los exteriores. Todo sea dicho, Brandon Ingram tiene también una capacidad de pase especialmente dotada para un jugador en su posición y altura, aguantando la comparación con Simmons, pero sin poder considerarse un «point forward» del nivel del australiano.
Ventaja: Ben Simmons
Juego interior
Ni Ben Simmons ni Brandon Ingram tienen todavía un físico para ser dominador en la pintura, pero la situación es especialmente compleja para el jugador australiano. El ala-pívot demostró en la liga universitaria una preocupante aversión al contacto, aunque a la vez mostrando un buen instinto para capturar rebotes fáciles. Brandon Ingram, por contra, ha mostrado mejor disposición peleando en la pintura y además mostrando un prometedor juego de poste que será extremadamente útil en la NBA.
Ventaja: Brandon Ingram
Potencial
En la franquicia adecuada (¿Philadelphia?) y bajo la dirección correcta, Ben Simmons tiene la capacidad para ser un jugador imparable, incluso asumiendo que su tiro exterior nunca marcará diferencias. Si su próximo equipo consigue explotar su impresionante variedad de recursos ofensivos, tanto distribuyendo el juego como entrando a canasta, y evita su tendencia a la melancolía puede ser el líder de un proyecto ganador en muy poco tiempo. Por el lado de Brandon Ingram, apostar por una carrera de éxitos es más sencilla. Mucho más fácil de encajar en cualquier tipo de juego, su talento ofensivo, su ética de trabajo y su tiro le hacen una apuesta más segura pero, a la vez, más limitada sobre el papel. Pensando en el equipo que tendrá la decisión final, será perfectamente comprensible que Ben Simmons sea su elegido. Tras varias temporadas en el infierno, queda ya muy poco que perder en Philadelphia.
Ventaja: Ben Simmons