Con menos de dos semanas de liga regular, ¿no es demasiado pronto para hablar de entrenadores cesados? Quizás sí. Pero ser entrenador NBA no es menos arriesgado que vestirse de Caperucita Roja en un encierro de Sanfermines, y ya había varios técnicos que venían siendo observados con lupa después de un par de años quizás no malos pero tampoco brillantes. Y que desde luego no han hecho gran cosa para sacudirse las dudas de encima.
Sobre todo porque, a estas alturas, el banquillo es el sitio fácil al que mirar. Desde las oficinas es más sencillo acusar al que manda de no saber exprimir la plantilla que plantearse si la plantilla que se le ha dado de verdad puede cumplir las expectativas impuestas. A veces sin razón, otras no tanto. No es necesariamente la tendencia más justa pero sí la imperante. Y por ello, puede ser el momento de ver quién son los principales candidatos al primer cese de la temporada 25/26.
Willie Green
Green ha demostrado más de una vez que puede hacer de estos Pelicans un equipo competitivo. Bajo su mando, NOLA fue líder del Oeste en el curso 22/23 antes de que las lesiones tiraran la temporada por la borda y rozó las 50 victorias en el 23/24 antes de que los problemas físicos de Zion Williamson en el play-in arruinaran su postemporada. Y el año pasado, casi con más bajas que jugadores disponibles, fue ya para olvidar.
Vemos por tanto un patrón claro en un hombre al que la suerte en lo relativo a la disponibilidad de sus estrella no le ha sonreído precisamente. Pero esa excusa ya no sirve este año. Los de Luisiana siguen esperando por Dejounte Murray, pero el resto de nombres importantes de la plantilla sí están jugando y, pese a ello, la cosa va peor que nunca.
Seis partidos, seis derrotas. Todas ante rivales como mínimo decentes, sí. Algunas muy peleadas y dolorosas como la prórroga ante los Spurs o el game winner de Kawhi ante los Clippers, también. Pero derrotas al fin y al cabo. Y otras tantas abultadas hasta puntos vergonzantes. Si nos centramos exclusivamente en resultados, cuesta ver a otro técnico en más complicaciones.
KAWHI FOR THE WIN!!! pic.twitter.com/kWvKXXUHte
— LA Clippers (@LAClippers) November 1, 2025
No está claro si Green es o no el principal culpable de todo esto, pero su principal problema radica en la creciente sensación de que la franquicia necesita un cambio de rumbo. Y antes de que más voces de las convenientes se pregunten si ese cambio debe pasar por intentar mover a Zion, demoler el proyecto y tratar de empezar de nuevo, seguramente llegue un intento a la desesperada de refrescar las cosas desde el banquillo.
Jamahl Mosley
Orlando ha enderezado ligeramente el rumbo tras arrancar con un balance de 1-4, pero a pocos convencerán realmente los dos últimos triunfos. Este equipo no se hizo para ganar a Hornets y a Wizards, y un 3-4 de balance sin haber salido todavía de la Conferencia Este no es ni mucho menos lo que se esperaba después de los movimientos realizados en verano.
Mosley corre ahora mismo el peligro de ser víctima tanto de su trabajo como de sus circunstancias. Por un lado, en ningún momento desde su llegada ha conseguido que los Magic tengan un ataque no ya bueno, sino decente (llevan desde 2021/22 entre los 10 peores como mínimo). Por otro, la franquicia se lanzó en verano a por un traspaso ambicioso llamado a solucionar este problema. De modo que si el problema persiste, ya sabemos a quién se va a señalar.
Cuatro primeras rondas a cambio de Desmond Bane parecían un precio considerable en su momento, pero podía entenderse dado el contexto. Sobre el papel, el ex de los Grizzlies encajaba como un guante en Orlando y tapaba muchas de sus carencias de cara a una temporada con el Este muy abierto. Si la cosa iba bien, había mimbres para aspirar a ser como mínimo top 3 de la conferencia, quién sabe si más. La oportunidad era demasiado tentadora como para no lanzarse.
Sin embargo, a estas alturas los Magic siguen siendo uno de los peores ataques de la NBA. Y por si fuera poco, han perdido la excelencia defensiva que los hizo un equipo tan peligroso el año pasado. Algo que, aunque los recientes encuentros ante Charlotte y Washington ha maquillado, sigue quedando reflejado en los números.
| Orlando Magic | 2024/25 | 2025/26 |
| Offensive Rating | 108,9 (27º) | 113 (22º) |
| Defensive Rating | 109,1 (2º) | 112,7 (10º) |
Así, si otros años su incapacidad para hacer funcionar la ofensiva del equipo podía quedar excusada en las limitaciones de la plantilla, este argumento va siendo más difícil de sostener. E incluso si las victorias empiezan a llegar, estas por sí solas no van a bastar. Mosley ya está en una posición complicada y necesita convencer a los Magic de que puede hacerlos brillar en los dos lados de la cancha.
De lo contrario, si estaban tan convencidos de que Bane era la pieza que necesitaban como para mandar cuatro picks a Memphis, no les temblará la mano a la hora de darle salida y buscar a otro hombre para impulsar el proyecto.
Darko Rajakovic
Como ocurre con Mosley, el técnico de los Raptors ha aliviado un poco su situación con dos victorias consecutivas, pero sigue sin estar del todo exento de peligro. Incluso si las expectativa de los canadienses no son tan altas como las de Orlando, cuentan con una plantilla bastante cara y con una gerencia que parece querer volver a mirar hacia arriba después del amago de tanking de 2024. Una situación que pone al entrenador contra la espada y la pared.
Rajakovic no ha firmado grandes números en Toronto (25 y 30 victorias en sus dos temporadas), pero hasta el momento tampoco se le exigían. Este año, no obstante, va siendo hora de demostrar que hay un rumbo, algo que no está quedando claro en los primeros encuentros.
Con un sistema defensivo increíblemente arriesgado que despliega algunos de los 2vs1 más demenciales imaginables, los Raptors han sido por ahora un equipo de luces y sombras. Y si estas segundas se hacen más presentes que las primeras, el entrenador estará en serios problemas si no ajusta su plan. Porque siendo la 24ª defensa de la liga difícilmente podrá firmar su primera buena campaña al frente del banquillo.
Los números no pintan ahora tan feos como hace unos días, pero ganar a unos Cavaliers con Mobley como único titular disponible y a unos Grizzlies sin Morant maquilla más que convence. Aunque sobre el papel su gerencia no debería tener tanta prisa como la de, por ejemplo, Orlando, en Toronto se preguntan ya si Darko es verdad el hombre, y su puesto pende cada vez más de un hilo. El tiempo para arreglar las cosas, como a Green y Mosley, se le va agotando.
(Fotografía de portada: Alonzo Adams/Bill Streicher-Imagn Images)





