La vida profesional de Eric Bledsoe ha dado demasiadas vueltas. Desde que en Oklahoma City decidieran obviarle en el Draft 2010 hasta su rol limitado en los Clippers a la sombra de Chris Paul. No obstante, siempre ha logrado sobreponerse y, tras salir por la puerta de atrás de Phoenix Suns, parece que ha encontrado su lugar en la liga: Milwaukee Bucks.
Bledsoe, un tipo bastante introvertido, está más feliz que nunca, tal como reconoce. Disfruta de un sistema que refuerza sus fortalezas y una ciudad secundaria donde se siente como en su Alabama natal.
«Fue mi culpa que perdiéramos en Boston», reconoció Bledsoe a ESPN en referencia a los pasados playoffs.»A veces es bueno sentirse así. Quieres estar hambriento y demostrar que todos estaban equivocados», agregó.
Rozier en la retina
Para entender sus palabras nos tenemos que remontar a la pasada serie de playoffs entre Celtics y Bucks, y que terminaron llevándose los de Massachusetts por 4-3.
El base no disputaba unos playoffs desde 2013, y encima era su primera vez como titular. Tras vestir los colores de Clippers y Suns llegaba la hora de la verdad, y estaba considerado un hombre importante, pero se vio superado ante un semi desconocido Terry Rozier III, el cual le sobrepasó.
Rozier brilló con 23 puntos en sus dos primeros encuentros, con 16 en el quinto y sexto, y con 26 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias en el séptimo y definitivo.
Por su parte, Bledsoe estuvo por debajo de lo esperado, y solo rindió de manera notable en el último con choque con 23 puntos. Sus promedios en la post-temporada se saldaron con escasos 13,6 puntos, 3,7 asistencias y un 44% en tiros de campo.
«Eliges venirte abajo, o lo atacas y mejoras», destacó Bledsoe. «Creo que lo he atajado y he mejorado desde entonces. La gente que te mira cuando estás en pista no te conoce como una personal real, como un ser humano. Solo porque estés viviendo el sueño de conseguir millones de dólares no significa que no puedas pasar por problemas. Y no permito que esas cosas me afecten», explicó.
La llegada de Budenholzer
Y si hay alguien que ha levantado el ánimo de Milwaukee Bucks y el de Bledsoe concretamente, ése ha sido Mike Budenholzer. Con el buen cartel que atesoraba desde Atlanta Hawks, su llegada ha provocado una tremenda lavada de cara al equipo, que ahora mismo atesora el mejor récord de la NBA con un 35-12.
Con su fichaje por el banquillo de Wisconsin llegó la asignación de los entrenadores asistentes. Y Bledsoe escogió a Charles Lee. Con él se ha preparado a conciencia este pasado verano en Arizona, en Las Vegas, y con quien trabaja a diario para eliminar sus «malos hábitos».
«Es un tipo muy pequeño», bromeó su compañero Antetokounmpo. «Pero tiene un gran corazón. Sin duda tiene muchas agallas por reconocer eso (la serie ante Boston). Pero siempre es un esfuerzo de todo el equipo. Lo único que queríamos era que Eric creara hábitos ganadores, y creo que ha hecho un gran trabajo haciendo eso», señaló.
Con el nuevo sistema aplicado por Budenholzer, Bledsoe está siendo más efectivo que nunca con un 49,4% en tiros de campo, el mejor registro en sus 9 años como profesional.
«Es una pieza subestimada», reconoció Middleton. «Cambiamos como equipo cuando llegó el año pasado. Cuando llegó a la liga su mote era «Baby Bron». La gente ha olvidado lo fuerte, lo atlético y lo elástico que es. Lo vemos a diario», explicó.
Su posible renovación
Su técnico y su compañeros cuentan con su apoyo, y él se ha mostrado más cómodo que nunca en una ciudad como Milwaukee que le recuerda mucho a Birmingham. Además su esposa Morgan y sus hijos de 7 y 3 años se han mudado recientemente junto a él a un edificio céntrico que tiene como vecino al presidente de la franquicia Peter Feigin.
Por ello, y por los movimientos protagonizados con la salida de John Henson y Matthew Dellavedova, todo hace indicar que en Milwaukee cuentan con sus servicios y que tendrán el suficiente espacio salarial como para retenerle tanto a él como a Kris Middleton, ambos agentes libres sin restricciones a partir de julio y piezas clave del equipo junto al a estrella griega.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)