Dion Waiters, con sus 1,93, comparte la misma estatura que Dwyane Wade. Ambos, además, jugaban como escoltas. Escoltas fuertes con gran control de la pelota y un centro de gravedad bajo que les permitía hacer de los requiebros, frenazos y crossovers su connatural seña de identidad.
Uno y otro, Waiters y Wade, fueron picks altos del Draft (cuarto y quinto respectivamente) y, curiosamente, los dos se postularon al mismo tras dos años en la NCAA y no siguiendo el clásico one-and-done al que nos tienen acostumbrados las incipientes estrellas.
Las webs de scouting, por entonces, se relamían con sus perfiles:
Wade (Draftexpress): «Uno de los mejores escoltas disponibles debido a su imparable combinación de habilidad, atletismo y control corporal. Un poco bajo para ser escolta, pero lo compensa con una constitución fuerte y una tremenda envergadura. Espécimen de gimnasio. Muy difícil de defender en muchas situaciones debido a su primer paso. Se eleva y termina con contacto como solía hacer Michael Jordan. Resistente en términos de capacidad para el contacto, pero recibe tantos golpes y con tanta frecuencia que es difícil imaginar que no se pierda muchos partidos. Lanza bastante bien desde el perímetro, pero no intenta muchos triples. Inflige la mayor parte del daño en torno al aro y es capaz de finalizar ambas manos. Va a la personal con facilidad. Capaz de liderar el equipo y dirigir el juego para sus compañeros de vez en cuando. Tiene un buen manejo, pero pierde el balón con frecuencia debido a su carácter driblador. Rebotea relativamente bien. Hace un trabajo sólido en defensa cuando quiere».
Waiters (Nbadraft): «El estilo de juego de Waiters refleja el arquetipo de combo-guard. Con una altura y base física sólida, Waiters puede jugar con y sin balón durante los distintos tramos del partido. Es un anotador de raza, pero su habilidad para crear desde el drible da como resultado situaciones abiertas para sus compañeros de equipo, lo que Waiters es capaz de aprovechar como pasador. Siempre buscando salir en transición, puede cambiar de dirección después del rebote, absorber y desviar eficazmente el contacto y terminar en el aro. Usa bien los bloqueos para driblar por fuera, sabe cuándo amagar y acelerar. Es un tirador por encima de la media con proyección NBA. Su capacidad atlética le permite penetrar hasta el corazón de la defensa, donde ha desarrollado una suave flotadora. Defensivamente tiene manos activas y pies rápidos, y es una amenaza constante para robar el balón cuando defiende bases descuidados».
Dion Waiters, el esperado heredero en el ‘2’ de Dwyane Wade. Ni rastro. Incluso en su brevísimo prime, esa senda jamás existió.
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