Milwaukee es uno de los mercados más pequeños con un equipo NBA. Además, sus Bucks no han tenido demasiado brillo en los últimos tiempos. La franquicia que fuera campeona en 1971 con Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson en sus filas solo ha pasado de primera ronda de Playoffs una vez desde 1989, pero un jugador salido prácticamente de la nada ha cambiado el panorama del equipo.
De la segunda griega al estrellato
Muchos aficionados de Milwaukee eran incapaces de pronunciar tanto el nombre de Giannis Antetokounmpo o el de su equipo de procedencia (el Filathilikos entonces de la segunda división griega) cuando los Bucks utilizaron el 15º puesto del draft de 2013 en él. Tras firmar contrato, se convirtió en el jugador más joven de la NBA, con mucho más potencial que realidad para una franquicia sin demasiadas ilusiones a corto plazo.
El camino desde entonces fue tortuoso, acabando incluso con el peor balance de la liga en la temporada de novato de Antetokounmpo, pero el crecimiento (literal y deportivo) del jugador griego ha cambiado no solo las perspectivas de éxito del equipo, sino devolviendo a Milwaukee al mapa baloncestístico. En la caprichosa votación popular para elegir a los titulares para el All-Star, solo LeBron James superó a Giannis Antetokounmpo entre los jugadores de «frontcourt» del Este.
Por popularidad y por méritos
Es decir, el griego fue más votado que estrellas consagradas como Jimmy Butler, Kevin Love, Paul George o Carmelo Anthony, o que jugadores de edad similar en mercados más potentes como Joel Embiid y Kristaps Porzingis. Lo de Antetokounmpo no fue un hito cualquiera. Desde Sydney Moncrief, uno de los mejores defensores de los 80 y de la historia de la NBA, en 1984, ningún jugador de Milwaukee había sido elegido como titular para el All-Star.
Por supuesto, el rendimiento de Giannis Antetokounmpo fue también reconocido por medios y jugadores. Además de ser segundo en votación popular, también fue el segundo jugador con más méritos en su posición para los otros colectivos que compartían la decisión, en ambos casos superado por LeBron James. Por primera vez en más de 30 años, popularidad y calidad se combinan de forma palpable en un jugador de los Bucks.
Un jugador único
Lo más escandaloso de todo es que Antetokounmpo cumplió los 22 años de edad en diciembre. Es el más joven de los 10 titulares y el único que debutará en el All-Star. Pero sus números hablan por si solos: 23,7 puntos, 8,7 rebotes, 5,6 asistencias, 2,1 tapones y 1,8 robos por partido. En un equipo hoy por hoy en Playoffs, el jugador griego es el líder estadístico de todas las categorías importantes. Algo solo al alcance de jugadores muy especiales.
Y, desde luego, es imposible encontrarle precedente. Un jugador que roza los «siete pies» de altura con un control de balón y una visión que le permite ejercer de director de juego, increíblemente atlético y con unos brazos letales tanto para finalizar como para defender. El aficionado, los medios y sus compañeros de profesión coinciden: Giannis Antetokounmpo es ya una de las estrellas más rutilantes de la NBA. Y lo ha hecho en Milwaukee.