Primero fueron los Cleveland Cavaliers, apabullando cualquier chispa de insurrección en Indiana. De un plumazo, 4-0 y a semifinales de la Conferencia Este. Anoche siguieron los Warriors. Que por no patinar no se han encontrado ni con murallas mientras arrasaban la ciudad de Portland. Otro pleno y ya descansan esperando rival en segunda ronda. Es una evidencia desde hace un par de años y la tendencia parece que podría continuar: Cavs y Warriors siguen siendo, a día de hoy, los grandes llamados a pelear por la alta bisutería.
En el resto de eliminatorias canta la igualdad. En cinco de ellas, los dos equipos han vencido en al menos dos ocasiones, y solo Oklahoma City Thunder ha ganado nada más que un partido (1-3 ante Houston). Quien más y quien menos ha rascado algo y hecho daño. Hasta la contestataria manada de Memphis está aguantando a San Antonio Spurs, teórico favorito pero con la eliminatoria igualada a dos victorias en cada bando.
Adonde queremos llegar es que ni siquiera San Antonio ha podido seguir las miguitas de pan que Cavs y Warriors han dejado en primera ronda. Terry Stotts, técnico de Portland Trail Blazers, lo dijo anoche tras estrenar oficialmente sus vacaciones 2017. «Son mejores que el año pasado. Más versátiles, más explosivos», sobre Golden State. El equipo de Oakland parece preparar su asalto al anillo más en serio que nunca. Stephen Curry (28,9 puntos, 6,5 asistencias, 2,3 robos o 42,2 por ciento en triples) ha estrenado los playoffs a lo grande. En su versión de temporadas regulares pasadas. Y eso es igual a todo tipo de aniquilación ajena.
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— nbamaniacs (@nbamaniacs) April 25, 2017
Diferencial de puntos
Más sobrados y mejor provistos que nunca —siempre que la gasolina de Kevin Durant no se seque—. Aun sin haber atrapado el número 70 en temporada regular, la sensación de superioridad en Warriors es mayor que el curso pasado. De momento son el segundo mejor ataque (offensive rating de 114,6) y la mejor defensa (increíble 96,3 en defensive rating).
Ante Portland, han vencido por una media de 18 puntos en cada partido (12, 29, 6 y 25). Incontestables aun sin Durant en dos de los partidos de la serie. Eso sí, habrá que echar un vistazo a las evoluciones de Steve Kerr y si puede seguir entrenando en estos playoffs. No es lo mismo jugar con tu head coach sujetando el estandarte que hacerlo sin él.
Cavs, seguros
Y por el lado oriental del cuadro ya han tocado ‘chufa’ los Cavaliers de un LeBron James en su papel de homicida deportivo de postemporada (32,8 puntos, 9,8 rebotes, 9,0 asistencias 54,3 por ciento en tiros de campo y 45 por ciento en triples).
Los Pacers han dado bastante guerra, pero sus espinas no llegaron a anidar en el paladar de Cleveland ni un solo día. Aun sin la suficiencia de Golden State, Cleveland solventó por la vía rápida el trámite ante un rival siempre peleón y peligroso. Y LeBron no pierde un partido de primera ronda desde mayo de 2012 —ante los Knicks de Carmelo Anthony—.
En la Conferencia Este parece que Washington, Boston o Toronto pueden ser un canto a la revolución. Igual que San Antonio o Houston en el Oeste. Pero a fecha de ahora mismo, la igualdad que todos presentan entre sí es directamente proporcional a la superioridad de Cavs y Warriors. La dinastía dual, tres años de idénticos actores en el escenario final de la temporada, queda un poco más cerca tras los primeros partidos.