Alrededor de las seis horas de la tarde venía hincándole el diente al último capítulo de El Reverso.
El timing no ha podido ser mejor, ya que este nuevo episodio nos ha servido de pequeño homenaje a Tom Thibodeau, analizando cómo ha sido la última temporada de los Knicks.
¿Fracaso o éxito? Es la gran pregunta que todo el mundo se ha hecho. Incluido nuestros amigos Gonzalo y Andrés.
Yo estoy en el barco del «éxito» porque este señor, con todas sus virtudes y sus defectos, ha cumplido con creces para lo que se le contrató. Es decir, cambiar la dinámica perdedora de una franquicia maldita como los Knicks.
¿Qué el camino no ha sido todo de color de rosas? Podemos estar de acuerdo. Los Knicks, con un quinteto titular nuclear, no han dado las mejores sensaciones del mundo. Era un equipo que realmente no sabías por dónde cogerlo y que, quizás, ha estado desaprovechado. Sobre todo dos nombres en concreto: Karl Anthony-Towns y Mikal Bridges.
Pero me vuelvo a repetir: ¿De verdad ha sido tan decepcionante la temporada? Me niego a creerlo. Quien pensara que estos Knicks eran candidatos al anillo con su quinteto sobresaliente y sus retales para la segunda unidad, es que estaba completamente loco.
Porque solo hay que mirar hacia atrás y recordar de donde venimos. Es decir, de la más absoluta miseria.
Antes de la llegada de Thibs el panorama era realmente desalentador con siete temporadas consecutivas fuera de los playoffs, y solo superando la primera ronda una vez en ¡20 años!
Es decir, que los Knicks solo habían superado la primera de los playoffs una sola vez desde el año 2000 con Mike Woodson y Carmelo Anthony al frente.
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— Gonzalo Vázquez (@GVazquezNY) June 2, 2025
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Este viejo gruñón nos ha ganado el corazón a todos. O al menos a mí. He de reconocer que cuando se le contrató, hice un gesto como de arquear la ceja. ¿Y este señor, aquí y ahora? Pero tenía todo el sentido del mundo.
Sus métodos, un poco old fashion, llegaban para sacar petróleo de una plantilla bastante justa de talento. Y es ahí es donde se mueve como pez en el agua. Con los Randle, Barrett, Reggie Bullock, Nerlens Noel, los primeros pasos de Quickley o un rejuvenecido Derrick Rose para la ocasión.
Aquel equipo simplemente tiraba de orgullo. Mucho orgullo para dejarse los coj*nes en pista durante todas las noches y, dentro de sus limitaciones, poder plantarle cara a cualquiera. Y cuando digo cualquiera era a cualquiera, porque al menos, en la temporada regular, fueron capaces de darnos unas cuantas alegrías.
Después de siete largas temporadas en la más absoluta miseria, aquellos Knicks se ganaron el corazón de todos sus aficionados. Récord de 41-31, cuartos del Este, y clasificados de forma directa para los playoffs.
Fue aquella tal gesta que todos los entrenadores y periodistas del mundo, se lo reconocieron con un buen puñado de galardones para aquel plantel.
Coach Of The Year, para Tom Thibodeau. Most Improved Player y 2º Mejor Quinteto NBA, para Julius Randle.
Y desde aquí no han parado de crecer, salvo el asterisco de la campaña 2021-22. ¿Dónde iban los Knicks con Kemba y Evan Fournier como backcourt titular? Ahora que lo pienso, una locura todo aquello.
Desde luego que fue un drama de temporada a pesar de anunciarse la llegada de Kemba como el nuevo salvador de Nueva York, pero al fin y al cabo ya venía muy justito a nivel físico, y terminó en la grada.
Tampoco me quiero alargar demasiado. He de reconocer que las piezas largas se me atraviesan un poco, sobre todo a través de la pantalla. Solo quiero darle las gracias a un señor como Thibodeau, que llegó al equipo de sus amores y los volvió a colocar en el mapa. Algo realmente j*dido con toda la presión que conlleva dirigir a una franquicia como los Knicks, y donde la prensa igual te ensalza, que al día siguiente te hunde en la más absoluta ruina.
Quédense con los siguientes datos porque son de admirar (y de valorar muchísimo):
- Récord de 226-174 en cinco temporadas.
- Clasificado para los playoffs en 4 de 5 temporadas.
- Clasificado para los playoffs en tres años consecutivos.
- Dos años seguidos con al menos 50 victorias.
- Tres campañas seguidas en Semifinales de Conferencia.
- Primera vez en los últimos 25 años que juegan unas Finales de Conferencia.
¿Cuál es el siguiente paso? Conociendo a la nueva gerencia de Leon Rose, en breve lo averiguaremos. Soy de los que creen que este señor no da ningún paso en falso y que, tras el despido de Thibodeau, ya tiene atado a su siguiente entrenador.
Entre los favoritos están: Michael Malone, Johnny Bryant, Tyler Jenkins y Mike Budenholzer. Mis apuestas son los dos primeros, pero algo me dice que Malone será el finalmente el elegido.
Natural de Queens; técnico asistente de los Knicks entre 2001 y 2005, y campeón de la NBA en 2023 con los Nuggets. De verdad que no pueden perder la oportunidad de contratarle.
(Fotografía de portada: Imagn Images)
